polémico traslado de inmigrantes

Álava admite la saturación del centro del que salen los menores magrebíes

La Voz de Galicia, Alberto Mahía, 09-11-2008

La Diputación foral niega que haya enviado a los inmigrantes a Galicia, como constató la policía. El edificio que acoge a los chicos en el País Vasco tiene capacidad para 12 y suelen residir más de 35

La Diputación foral niega que haya enviado a los inmigrantes a Galicia, como constató la policía. El edificio que acoge a los chicos en el País Vasco tiene capacidad para 12 y suelen residir más de 35

Los agentes de la Policía Autonómica gallega dirigen su mirada al centro de menores Zabaltzen, de Vitoria. Ya ni se discute que de esa institución proceden los chicos que han llegado a Galicia desde el pasado mes de agosto. Está más que constatado que el centro está masificado, que tiene capacidad para 12 jóvenes y siempre hay más de 35. Y no es de ahora. Llevan años así. Sus educadores denunciaron en numerosas ocasiones ante la Diputación de Álava – los organismos provinciales son los responsable de estos centros en el País Vasco – el «grave hacinamiento» que han de soportar los menores en un edificio «viejo, frío y sin condiciones para la convivencia».

Pero eso no significa, para el Instituto Foral de Asuntos Sociales, que se estén desembarazando de ellos. La portavoz de este departamento dependiente de la Diputación alavesa negó ayer con rotundidad «ese envío de menores a Galicia que denunció la policía gallega». También negó que le haya llegado notificación alguna de la Fiscalía de A Coruña y, por último, aseguró que su departamento «lleva un riguroso protocolo cuando un menor ingresa o sale de uno de nuestros centros, siempre en colaboración con la Fiscalía y la policía».

Sobre la masificación del centro, la portavoz del Instituto Foral de Asuntos Sociales reconoce «ciertas dificultades», pero añade que en estos momentos se está buscando un edificio nuevo que sustituya al de Zabaltzen, que se ha quedado obsoleto.

Dormir en el suelo

Esa precariedad la confirma un empleado de ese centro, que denuncia, «como todos los que aquí trabajamos», la falta de camas y de espacio. No hace ni cuatro meses, seis de los internos estaban obligados a dormir en el suelo. Esos problemas llevaron a los educadores a emitir un comunicado en el que criticaban las dificultades que a diario se encuentran por la falta de infraestructura, ya que solo hay dos duchas y «cuando se acaba el agua caliente hay que utilizar cubos y palanganas para ducharse». Además, denunciaban que únicamente hay «cuatro váteres para todos los menores, tres de ellos sin ventilación», y que en el interior del centro, durante el verano, «se alcanzan los cuarenta grados de temperatura».

Con este panorama, los profesionales llevan años pidiendo que el centro «se reubique de forma inmediata» pero en un lugar «meditado, contrastado y adecuado que no deje al azar puntos básicos» que afectan a la integración de los menores.

Quienes día a día trabajan con los menores critican que la Diputación haya hecho «oídos sordos a los criterios técnicos, educativos y de la propia entidad que gestiona Zabaltzen» a la hora de decidir el futuro emplazamiento. Aunque también inciden en la necesidad de cerrar las actuales instalaciones por su penosa situación de «hacinamiento», que ha vuelto a agravarse.

Sobre el hecho denunciado por la Policía Autonómica gallega de que educadores de esa institución llevasen a menores a la estación de tren o de autobús de la ciudad alavesa para enviarlos a Galicia con la instrucción precisa de que a su llegada pidan su internamiento en un centro de esta comunidad, silencio absoluto. «No te puedo contestar a eso», espetó ayer un empleado de Zabaltzen.

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