Aplaudir al negro

"A los que se han alegrado de la victoria del keniata de la etnia fang les recordaré con cuánta negatividad abuchean a los que llegan a estas costas"

Canarias 7, Juan Manuel Pardellas , 08-11-2008

Les voy a recordar yo tantos aplausos, elogios, buenas intenciones y palabras en favor de Obama (me refiero al americano, no al médico Lesmes Obama, que atiende a nuestros hijos en Vilaflor) y toda la admiración que les ha producido un cambio profundo como éste. Se los voy a recordar. Cada vez que suban el tono cuando llegue el próximo cayuco, cada vez que el siguiente muerto ocupe un nuevo nicho de nuestros cementerios sin un triste nombre, cada vez que llegue un nuevo menor de edad no acompañado y los mezclen con el peligroso lenguaje de la inseguridad, de la pobreza, de la población, de la escasez de medios para atendernos a todos.

Les recordaré cada uno de sus nuevos propósitos cada vez que se muestren despreciativos, pseudocolonialistas o injustos con África. A todos los que se han alegrado tanto de la abrumadora victoria del descendiente de keniatas de la etnia fang Barack Obama les recordaré con qué entusiasmo aplaudieron a este negro y con cuánta negatividad abuchean a los que llegan a nuestras costas o a los que viven a menos de 90 kilómetros de nosotros.
Es un cambio. Somos testigos de una nueva era y algunos deseamos que nada, ni nadie, se atreva a interrumpir este júbilo, casi mundial. Pero la vida sigue. Me refiero a esos hechos que se suceden todos los días, sin importarle los grandes acontecimientos de la Historia o, a lo mejor, precisamente provocados por alguno de ellos. Y toda esa ilusión, buenas palabras y optimismo, todas esas alabanzas a la grandeza de una tierra que se ha construido mezclando todas las razas y colores del mundo, es justamente lo que aquí nos quieren evitar con la política del miedo al otro.

Ese sueño americano es, por el momento, muy incompatible con los discursos de nuestra clase gobernante en las islas (sea en forma de ponencia o de artículo de prensa), con la directiva europea de la vergüenza o con las “costumbres españolas” que pregonan algunos ministros y dirigentes de la oposición. Un ejemplo, al congreso socialista de este fin de semana acude Mamadou Sy, negro mauritano que ejerce en San Bartolomé de Lanzarote. Ya verán el caso que le hacen. A ver si los djembé del Womad inspiran a Juan Fernando.

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