El desempleo se está cebando con la población inmigrante. Así, en poco más de un año el porcentaje de parados se ha triplicado, al pasar de los 29.000 registrados en el INEM en julio de 2007, a los 63.623 de octubre de 2008, un año y tres meses después. Así lo indicó ayer el consejero de Inmigración, Javier Fernández – Lasquetty en rueda de prensa.

El porcentaje de parados extranjeros representa ya el 20% del total de personas desocupación de la región, que ascienden a 315.159, tras un incremento porcentual del 9,06% respecto al mes anterior (26.187 personas). Además, los inmigrantes suponen el 7% del total de empadronados: 1.085.000.

Tras calificar de «drama» estas cifras, el responsable regional subrayó que los ciudadanos extranjeros contribuyen al 10% del PIB regional con su empleo y consumo. De ahí que indicara que la Comunidad de Madrid va a seguir trabajando para que esta línea ascendente continúe y no se vea demasiado afectada por la crisis.

Lasquetty recalcó que esta coyuntura ni es nueva ni de los últimos meses, ante la falta de reconocimiento y los eufemismos utilizados por el Gobierno socialista de Zapatero, sino que se remonta a septiembre de 2007, cuando ya dejó de crecer el empleo entre autóctonos y extranjeros. En este sentido, cabe recordar que en octubre de ese año, el paro creció en 5.171 personas y ascendía a 225.543.

Lasquetty ofreció estos datos tras la presentación de la primera encuesta regional realizada a la población foránea, que tendrá carácter anual y permitirá conocer toda su realidad. Un estudio, que el consejero consideró necesario para la elaboración del II Plan Regional de Inmigración 2009 – 12, que será aprobado en breve.

Así, el estudio hablaba de un 11% entre los 3.272 encuestados de diez nacionalidades distintas. ¿El motivo? El 42,6% indicó que obedecía a la finalización del contrato, un 11,7% por despido y un 10,14 por no tener papeles. El 34,5% llevaba en paro entre uno y tres meses; un 20,9% entre 4 y 6 y, un 13,1% entre 7 meses y 12. Respecto al tipo de contrato, el 89% trabajaba por cuenta ajena; y, dentro de ellos, el 27,9% tenía contrato temporal y un 38,18 indefinido, frente al 10% que lo hacía por cuenta propia. Un aspecto a tener en cuenta es que en cada vivienda (60,38%) trabajaban una o dos personas.

Trabajo y vivienda, prioridades

Los datos del informe reflejan la mejora en la calidad de vida de esta población desde su llegada a España en la década del 2000. Del estudio se desprende que el 22% de los inmigrantes cobraba un sueldo por debajo de los 500 euros cuando vinieron, frente al 5% actual, siendo el sueldo medio superior a los mil euros. Se han concentrado en el sector servicios (29%), construcción (20%), industria (15%) y hostelería (13%). Su mayor estabilidad ha llevado al 12,2% a comprar una vivienda y a que el 57,2% la tenga en régimen de alquiler (pagan 600 euros de media), una situación que ha variado sustancialmente respecto a su llegada. Entonces el 38,3% compartió casa con familiares y el 26,10% con amigos, mientras que un 16% se vio obligado a vivir con seis o más personas.

Si mejorar sus expectativas de vida (39%) y hallar un empleo mejor (53%) fue lo que trajo a esta población a nuestro país, el trabajo y la vivienda siguen siendo las principales preocupaciones para el 58% y el 20%.

Otro aspecto a subrayar es el interés por el retorno, acrecentado por la crisis. Algo que piensa hacer el 50%, aunque el 17% de estos lo deja para la jubilación y el 82% para dentro de unos años. Por ello, Lasquetty indicó que incrementará estas ayudas al retorno voluntario, de las que se han beneficiado ya 771 personas.