Wilton Daniel Gregory, arzobispo metropolitano de Atlanta, es originario de Chicago, cuartel general de Barack Obama, y al igual que el presidente electo a la Casa Blanca, él también marcó un hito: fue el primer religioso de color elegido presidente de la Conferencia Episcopal estadounidense.

Para Gregory, no hay duda alguna: la Iglesia ya está preparada para un Papa negro. Así lo expresó ayer en una entrevista al diario italiano La Stampa, en la que trazó un paralelo histórico entre lo sucedido en Estados Unidos y lo que podría ocurrir en el futuro en el Vaticano.

El arzobispo se mostró entusiasta con la elección del candidato demócrata. «Es un gran paso para la humanidad, el signo de que en Estados Unidos el tema de la raza y el problema de la discriminación han sido superados», dijo. «Obama presidente demuestra el grado de madurez alcanzado por los norteamericanos y espero que sea una definitiva demostración de reconciliación», agregó.

Para Gregory, «si Obama en la Casa Blanca es como el primer hombre en la Luna, seguramente puede suceder lo mismo en el trono de Pedro». Y subrayó: «No nos olvidemos que en el cónclave la sabiduría de los cardenales está guiada por la ilustración del Espíritu Santo para elegir a la personalidad que mejor responda a las exigencias del momento».

No en vano, la Iglesia ya no es lo que era, y ahora ya no está «centrada en Occidente» sino que tiene una mentalidad global. «Desde hace tiempo hay una nueva mentalidad en la Iglesia. Ya no está centrada en Occidente, sino que es mundial, y esto se ve reflejado a través de su misión eclesiástica», precisó. «Los últimos pontificados han desarrollado un excelente trabajo para hacer internacional y cosmopolita la Curia, llevando a Roma miembros de un gran espectro de razas y naciones» y dando así prueba «de la real identidad mundial de la Iglesia».

Pero que nadie dude de que a Benedicto XVI aún le queda un largo pontificado por delante. Gregory no dejó un resquicio: «Todos esperamos que esto [la sucesión papal] ocurra lo más lejos en el futuro posible».

Con Obama en la Casa Blanca, ¿para cuándo un Papa negro en el Palacio Apostólico?