Francisco Villagrán confía en cambios a política migratoria
Prensa Libre, 06-11-2008
washington “ Debido a la crisis económica en EE. UU., la reforma migratoria no podía ser prioridad, aunque tener mayoría en el Senado y el Congreso puede influir en decisiones que tome el nuevo presidente de EE. UU. sobre el tema”, afirmó ayer Francisco Villagrán, embajador de Guatemala en Washington.
Un día después de conocerse el triunfo del demócrata Barack Obama, Prensa Libre entrevistó al diplomático.
Para un país como Guatemala, el que se haya superado un prejuicio racial en EE. UU. debe ser tomado como una lección histórica. Es un triunfo electoral impresionante, porque es el primer afroamericano electo; un importante cambio de orientación política y del final de una era en la que el pensamiento conservador y neoconservador definieron los parámetros de la política en los Estados Unidos. El 96 por ciento de los afroamericanos y el 67 por ciento de los hispanos votaron por él.
Un triunfo de esta magnitud genera enormes expectativas, aquí y alrededor del mundo. Es difícil saber si logrará llenarlas todas, pero lo que es claro es que el senador Obama es un líder nato, disciplinado, muy inteligente y, sin duda, con una gran capacidad de trabajo. Pero llega en un momento muy difícil, en medio de una grave crisis económica y financiera que tomará tiempo resolver.
Fortalecer la relación con Estados Unidos. Concretamente, trabajar en los temas migratorio, de comercio y de seguridad. Hay oportunidades y hay coincidencias, pero también hay temas que se sabe que le preocupan al nuevo presidente, entre ellos las condiciones laborales y su relación con el libre comercio.
Posiblemente limite su capacidad de acción en algunos campos.
En ese sentido, la reforma migratoria integral no sería prioridad, y habrá que trabajar conjuntamente en algunas medidas temporales. En medio de una crisis económica, tal vez se pregunten si pueden destinar tantos recursos para perseguir a los inmigrantes indocumentados. Ojalá se detengan las redadas y las deportaciones.
Una reforma migratoria integral sería sin duda la mejor solución, aunque hay acciones en el corto y en el mediano plazos que pueden contribuir a resolver el problema, sobre todo la incertidumbre y la angustia de los millones de indocumentados en los Estados Unidos.
Esto no depende solo de los acuerdos entre demócratas y republicanos, sino de otros factores, como las condiciones de la economía y el nivel de desempleo, también de la actitud del pueblo estadounidense. No obstante, hay que ver el nivel de apoyo que recibió Obama de los votantes hispanos, para darse cuenta de que eso, a la vez, es un factor importante. Estoy tratando de entender bien las condiciones para la reforma migratoria.
El dominio de los demócratas abarca el Ejecutivo y el Legislativo. Esto dice mucho del entusiasmo que generó la campaña de Obama. En EE. UU., el éxito en la gestión de un presidente depende mucho del apoyo que obtenga del Congreso y del Senado. Eso parece que el nuevo presidente lo tiene de su lado.
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