«Se puso encima de mí y me obligó a mantener relaciones sexuales»

Una joven acusa al marido de su prima de haberla violado en dos ocasiones, mientras que él asegura que mantuvieron cuatro encuentros, y que siempre fueron «consentidos»

El Correo, MARÍA REGO, 06-11-2008

«Yo me resistí pero se puso encima de mí y me obligó a mantener relaciones sexuales». Así describió ayer Maribel, una joven inmigrante que vivía en Vitoria, la primera agresión de la que acusa a Ramiro, el marido de su prima. Un ataque que, según la versión de la supuesta víctima, se repitió en otra ocasión en el domicilio familiar que los tres compartían junto a las dos hijas menores de la pareja en la calle Reyes Católicos. Para el acusado, no hubo ni una ni dos violaciones, sino que los encuentros fueron cuatro y «siempre consentidos». El juicio oral que reunió ayer a ambos en la Audiencia Provincial de Vitoria estuvo plagado de contradicciones, al ofrecer sus dos protagonistas versiones completamente opuestas de los hechos.

Maribel y Ramiro se remontaron hasta diciembre de 2006 para narrar los sucesos que relataron ante los magistrados. La joven, procedente de Bolivia, desembarcó en el domicilio donde sus familiares vivían desde 2005 para celebrar todos juntos la Nochevieja. Ese día, el acusado, para quien el fiscal pide 10 años de prisión, «llegó borracho, me manoseó e intentó besar», aseguró Maribel en su declaración por videoconferencia desde Vigo, donde ahora reside con su marido y el hijo de ambos. Ramiro negó, sin embargo, que algo así sucediera. Su ex mujer, que compareció en calidad de testigo, tampoco lo recordaba.

Pero este primer altercado sí quedó grabado en la memoria de la joven, al igual que los siguientes desencuentros con el que todavía era marido de su prima. «Venía a molestarme a mi habitación y me decía que quería mantener relaciones sexuales porque su mujer no le satisfacía», explicó. El acusado, siempre según la versión de Maribel, acudió con esta excusa al dormitorio de la víctima dos noches – la primera residían en la calle Basoa y la segunda en Reyes Católicos – y una tercera vez lo intentó en el salón aprovechando la ausencia de su esposa.

Relación sentimental

Para Ramiro no era necesario buscar una disculpa para sus encuentros con Maribel pues todos – cuatro, según sus cálculos – se produjeron dentro de la relación sentimental que mantenía con la joven. «Salíamos a pasear, le invitaba a un ‘kebab’ y quedábamos para la noche», insistió. Tampoco hacía falta que se desplazara hasta el dormitorio de ella pues, según su declaración, dormían todos en la misma habitación: «mi esposa, una de mis hijas y yo en la cama, y Maribel con otra de mis hijas en un colchón en el suelo». En la madrugada, la chica llamaba al móvil del marido de su prima – «sólo un timbrazo» – para avisarle de que había llegado el momento.

La prima de la joven jamás notó nada extraño entre ambos y no conoció la historia hasta que Maribel les comunicó que estaba embarazada. Fue entonces cuando «me pidió dinero porque no quería tener el niño y como no se lo pude dar, me denunció», aseguró Ramiro, que desconfiaba de que el hijo fuera suyo pues «había andado con otro chico».

La joven no dudaba de su paternidad pero decidió abortar en un hospital de Bilbao. Un hecho que, unido a las supuestas violaciones, le provocaron diversos síntomas ansioso – depresivos, tal como quedó expuesto en las pruebas a las que fue sometida y que, a juicio del psicólogo forense, «son probablemente creíbles». La decisión sobre la veracidad de las diferentes declaraciones y contradicciones es algo que los magistrados de la Audiencia Provincial deberán decidir en los próximos días.

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