EL MODELO EDUCATIVO / El reto de la inmigración

SOS Racisme desconfía de las aulas de bienvenida del Govern

El Mundo, XIANA SICCARDI, 06-11-2008

Dice que Educació actúa con «irresponsabilidad» dando «palos de ciego» El modelo de inmersión y gestión de los escolares inmigrantes recién llegados a Cataluña enfrenta a la Generalitat y a la asociación SOS Racisme. En esta ocasión ha sido a raíz de la reciente puesta en marcha – este curso escolar – de dos aulas de bienvenida, técnicamente conocidas como Espacios de Bienvenida Educativa (EBE). En estos espacios, niños de diferentes edades conviven en horario escolar hasta que se les sea asignada una plaza en una escuela; ya sea porque acaban de llegar y desconocen las costumbres y el idioma, o porque han pisado el territorio catalán fuera de plazo de matriculación.


Las críticas de la asociación se centran en que la Generalitat está actuando de manera «irresponsable» ante un modelo de aula integradora «que desde el principio ha tenido un diagnóstico y unos objetivos poco claros». Es por ello que exigió una «valoración rigurosa» de estos espacios – implantados por ahora sólo en Reus y Vic – , y que sólo después de ésta debería contemplarse su extensión a otros municipios catalanes.


Fue el mismo conseller de Educació, Ernest Maragall quien, hace unos días, explicó que la experiencia de los espacios de bienvenida «se extenderá adoptando diversas concreciones que iremos ajustando, mejorando y corrigiendo si hace falta, fruto de la experiencia acumulada». Para SOS Racismo, esta inconcreción y extensión casi automática de las aulas, sin la suficiente reflexión, pone en peligro el futuro de estos niños en el sistema educativo.


Para la asociación, la Generalitat intenta «dar palos de ciego» para resolver una situación que se tendría que solventar aumentando los recursos humanos y económicos mediante herramientas que ya están funcionando, como son las aulas de acogida, o volviendo a calibrar los criterios de matriculación para que garanticen un reparto equilibrado de alumnos entre escuelas públicas y concertadas.


Advirtió, también, de que de esta forma «se corre el riesgo de que se estén diversificando los recursos destinados a educación cuando se estaría hablando de un recurso de acogida, sin mejorar la situación en las escuelas ni para el profesorado ni para los alumnos».

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