Integración y tolerancia migratoria para mejorar relación América Latina-UE
Prensa Libre, 05-11-2008
BIARRITZ, Francia (AFP) –
La integración entre países latinoamericanos y la resolución de las discrepancias en política migratoria entre América Latina y Europa son las claves para mejorar las relaciones entre los dos bloques, concluyó el martes el Foro de Biarritz en Francia.
La crisis financiera que se abate sobre el mundo ha sido objeto de debate recurrente a lo largo de los dos días del foro.
Pero lejos de ser un obstáculo insalvable, el ex presidente colombiano Ernesto Samper, quien presidió el foro, y otros participantes coincidieron en que podía significar una gran oportunidad para Latinoamérica, en la medida en que sigue a una época de bonanza que permitió a varios países regionales acumular liquidez.
Ahora bien, retomando un interrogante planteado por el ex presidente chileno Ricardo Lagos sobre el equilibrio entre el Estado, la sociedad y el mercado, Samper lanzó al aire una pregunta: “¿Cuánto mercado son capaces de soportar las democracias?”.
En medio de esta crisis financiera “estamos viviendo una crisis de la integración”, afirmó, por otro lado, Samper. Para combatirla hace falta, dice, avanzar hacia la integración regional.
Esta crisis de la integración divide a los países de América Latina “entre los de Panamá al Norte y los de Panamá al sur” en función de la posibilidad de unos y otros de concluir tratados bilaterales de libre comercio con Estados Unidos.
“Los del norte, corriendo al ritmo de la economía de Estados Unidos y al sur, con los países desintegrados, con economías tradicionales de exportación de productos básicos y de recursos naturales”, explicó.
A partir de aquí se generó una crisis en las relaciones entre Latinoamérica y la Unión Europea, porque se cometieron los mismos errores que con Estados Unidos, o sea aceptar los tratados de integración que sólo le interesaban a éste, como el comercio, la propiedad intelectual o la protección de las inversiones, dedujo Samper.
“No estamos hablando de política con la Unión Europea”, advirtió no obstante el ex mandatario colombiano.
Dentro de este contexto de crisis entre los dos bloques se sitúa el fenómeno migratorio, uno de los temas centrales del foro.
Samper no escatimó en críticas contra la Directiva del Retorno, que calificó de “Guantánamo europeo” para con los extranjeros de otros continentes.
En su opinión, esta disposición europea constituye “de alguna manera un renunciamiento a principios universales contenidos en tratados acordados mundialmente”.
“Lo que nosotros tememos es que se pase a la criminalización (del fenómeno migratorio) y a partir de ahí al racismo y a la xenofobia”, insistió Samper.
En el debate sobre los flujos migratorios, algunos representantes europeos alegaron, por el contrario, que la Directiva del Retorno es un instrumento de regulación.
En otro orden de cosas, Samper calificó de obsoletos los acuerdos que regulan la seguridad colectiva de los distintos países latinoamericanos.
“Aquí ya no existe el peligro que nos invadan los comunistas”, ironizó, refiriéndose al espíritu de gran parte de los acuerdos de seguridad elaborados durante la época de la Guerra Fría.
En vez de focalizarse en este asunto, desde su punto de vista desfasado, Samper insistió en la conveniencia de estar atentos a los riesgos que se ciernen sobre los países latinoamericanos y de otras regiones del mundo, como la seguridad alimentaria, la ambiental y la ciudadana, en la cual hizo hincapié.
“América Latina tiene el récord de homicidios en ciudades”, recordó.
Más de 70 responsables políticos, económicos y universitarios participaron en el Foro de Biarritz.
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