¿Hubo algún delito en la muerte del hondureño Alberto Fortín Sánchez en un calabozo de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Getafe el pasado 14 de octubre? Es la pregunta que desde aquel día se hace la familia de este inmigrante, que ha pedido que se esclarezcan al detalle los hechos. No les convence la versión que les han dado la propia policía y el titular del Juzgado número 4 de la localidad de que la víctima se mató ahorcándose con sus pantalones en la celda. Una portavoz de la Jefatura Superior afirmó ayer que el forense y la Policía Científica no han hallado nada irregular y que la muerte se debe a un suicidio.

Los hechos se produjeron la madrugada del 14 de octubre, cuando Alberto Fortín, de 29 años, salía de visitar a su primo Marco Tulio Trejo Fortín. Desde la calle le gritó para que se asomara al balcón. Dos policías locales, que pasaban por el lugar, le pidieron la documentación. Fortín fue detenido por estar de forma irregular en España. Antes de entrar en el calabozo, le reconoció un médico sin hallar nada raro.

La muerte de Fortín ocurrió a las seis de la madrugada. A esa hora le vieron los dos policías que custodian los calabozos de la comisaría de Getafe. Supuestamente, estaba de rodillas y se había ahorcado con sus pantalones. Los facultativos de una UVI móvil le desataron la prenda para reanimarlo, pero ya había fallecido. La familia no se enteró hasta las cuatro de la tarde.

El portavoz de la familia y primo de la víctima, Marco Tulio Trejo, ha denunciado estos hechos ante el juzgado que instruye el caso, el número 4. “Quiero que se esclarezca todo y que se depuren responsabilidades por si ha habido un homicidio. No voy contra toda la policía, sino contra los que vigilaban esa noche los calabozos”, señala.

El primo ve varias irregularidades. Cree “muy difícil que una persona pueda ahorcarse con sus propios pantalones y de rodillas”. También ve extraño que ninguno de los dos policías que vigilaban los calabozos viera a su familiar. “La celda de Alberto estaba justo delante de la mesa de vigilancia de estos dos policías”.

Los familiares dicen que harán una segunda autopsia al cadáver si no les convence el resultado de la practicada por el forense adscrito al Juzgado de Instrucción número 4 de Getafe. En el avance de la autopsia consta como causa de la muerte “asfixia por ahorcamiento”. “Pero luego han cambiado esa versión inicial y ahora están hablando de muerte por asfixia. ¿Quién nos dice que no le han matado?”, se cuestionaba el primo del fallecido. “No queremos que se vea este caso como el de un inmigrante, sino defender a la sociedad española para que no se repita”, añadió.

El fallecido tenía dos hijos en Honduras. Trabajaba en España como ebanista de decoración en una empresa que monta escenarios. En los últimos meses convivió con una mujer de origen ecuatoriano. “La gente que conocía a mi primo sabe que es imposible que se matara. Era muy vivaz, alegre y con muchas ganas de disfrutar”, destaca Trejo. Éste cree que detrás de su muerte puede estar la denuncia que puso contra dos policías que le detuvieron el pasado 17 de abril.

Una portavoz de la Jefatura Superior de Policía aseguró que la muerte de Fortín se debió a “un suicidio”. Así lo ha demostrado, según su versión, la investigación de la Policía Científica, el forense y las grabaciones de las cámaras de seguridad de los calabozos. Según su versión, en las horas en las que murió el inmigrante hondureño no entró ni salió nadie del calabozo. “El forense ha determinado en la autopsia que se suicidó con los pantalones”, destacó la portavoz. Ésta añadió que el pasado 17 de abril, Fortín fue detenido cuando estaba participando en una pelea en el centro de Getafe. Insultó y golpeó a dos policías. Fue acusado de resistencia, atentado a un agente de la autoridad e infracción a la Ley de Extranjería. “Dos testigos confirman su versión. Su muerte no tiene nada que ver con aquella detención”, concluyó la portavoz.