BARACK OBAMA / EL OBAMA ESPAÑOL

¿Puede Joel Reyes, hijo de inmigrante y de española, llegar a ser presidente del Gobierno de España en unos años?

El Mundo, MARTIN MUCHA, 02-11-2008

Presidente. ¿Este niño puede ser presidente? Miren sus ojos grandes, su sonrisa de triunfador. Joel Reyes Mellado, tres años, madrileño, es el futuro. ¿Podrá ascender en España al puesto al que aspira Barack Obama en Estados Unidos? Según los expertos consultados, sí [¡Cuidado, herederos políticos de ZP!]. Especulemos.


El parecido físico es asombroso. Los mofletes, las orejas, el pelo, los iris marrones con un brillo particular… Existen varios paralelismos con el candidato demócrata. Obama es hijo de Barack, africano, y de Ann Dunham, una chica de Wichita [Kansas]. Joel tiene por padre a un inmigrante dominicano, su madre es española.Es el mismo mestizaje triunfador. En ambos casos, la madre es blanca y el padre es negro. Más. A la misma edad, los progenitores de ambos – de Joel y Barack – también están/estaban separados.


Es muy pequeño para tener ambiciones tan grandilocuentes. Es un niño que quiere brincar entre el regazo de su joven abuela – Wanda, 40 años – y una silla de madera del Costa Verde, el restaurante que ella administra en Hortaleza [Madrid]. Joel cambia de opinión a cada paso. Con cada mueca, con un devenir de contorsiones.


- ¿Quieres ser presidente?


- Sí.


Lo mismo respondió el ex estudiante de Harvard. Quizás como un detalle que añade votos a su biografía, quizás porque es una bonita manera de representar sus ansias de victoria. Cambiemos de pregunta.


- ¿Qué quieres ser de grande?


- Nada – responde contradictoriamente mientras introduce su dedo índice en la boca. Se acurruca en el pecho de Wanda.


Más puntos a favor de Obamita Joel. Su nombre está dentro del Top 50 de los más comunes según el Instituto Nacional de Estadística [1.085 se bautizaron así en 2007]. Y, ¿José Luis? El nombre del actual presidente español está más de 30 puestos abajo. En esto tiene amplia ventaja sobre Barack. En los últimos ocho años no alcanza ningún puesto dentro de los mil nombres más comunes en Estados Unidos.


En una década, Joel será un adolescente. Según la autobiografía del senador por Illinois, Los sueños de mi padre, fue una turbia época. Consumió alcohol y cocaína. Escapó y vio el desastre cerca de su vida. ¿Escapará de vivir estas mismas experiencias? El Observatorio de la Adolescencia en España ha elaborado un estudio demoledor. Uno de cada 10 menores de entre 12 y 18 años se intoxica – o emborracha – más de 30 veces al año. La tentación tendrá que ser superada por el pequeño.


Pasada esa etapa, tendrá que pensar en ir a la universidad. Los precedentes familiares no le ayudan. «Si acudiera, sería el primero en mi familia que lo haría», cuenta su abuela. Ninguno de sus tres hijos ha ido, ni sus nueve hermanos.


Eduard, 23 años, padre de Joel, está desempleado. La hecatombe de la construcción también le ha tocado. Pero no quiere que sus hijos sufran lo mismo que él, que no terminó la Secundaria. «Abogado o será lo que él quiera». Le observa y le da de comer macarrones.Joel le enseña la lengua repleta de comida. Un bolo rojo que tiñe sus dientes.


- ¿Te gusta ir a la guardería?


- Nada – contesta de nuevo.


Cabe recalcar que los dos padres de Obama alcanzaron los estudios superiores. Es más, se conocieron cuando ambos iban a clases en la Universidad de Hawai. Barack se graduó a los 22 años en Columbia con una especialización en Relaciones Internacionales.A los 30 terminó como estudiante magna cum laude en Harvard.A los 35 años su carrera política comenzó desde abajo – ganando terreno poco a poco dentro del Partido Demócrata – y así hasta ahora. Casi presidente.


¿Será el mismo camino para Joel?


No y sí. Rubén Ruiz, politólogo, especialista del CSIC, aclara: «Es necesario diferenciar los procesos electorales. En primer lugar por el tipo de instituciones. Los norteamericanos eligen al presidente mediante una elección directa. En España, los parlamentarios son quienes deciden. Sin embargo, no sería descabellado pensar que en algún momento, un inmigrante de tercera generación pudiera ser elegido».


«Se deberá inscribir en un partido, seguir los pasos de cualquier político. Ha de triunfar en Ferraz o en Génova. No hay ningún estudio serio que pueda darnos más pistas. Considero que si reúne las condiciones, no creo que tenga problema. ¡Recordemos que ese chico tendrá acento de Madrid! Será sólo cuestión de carisma y talento».


El mayor obstáculo para el ascenso a Moncloa de Joel provendrá de los propios partidos. «En España es imposible presentarse a unas primarias porque no se conciben como tal». Aquí hay que vencer en una reducida elección entre gente con carnet. Veremos.


SUPERAR LOS PREJUICIOS


Juan Díez – Nicolás, sociólogo y catedrático de la Complutense, se atreve a hacer un ejercicio de futurología. «Legalmente, el único requisito es tener la nacionalidad española. Pero Joel tendrá que ver a su alrededor cómo se rompen barreras. Primero que haya un redactor jefe, un rector, un ministro, un diputado…Se debe vencer el racismo. Es un proceso que probablemente no se produzca en 2012, pero que, cuando Joel sea mayor a lo mejor se da. Que Crónica nos esté presentando al futuro presidente no me extrañaría [risas]».


Recuerda el caso de Sarkozy en Francia. El presidente francés es hijo de un padre búlgaro y su madre es una judía sefardita nacida en territorio galo. «El fue educado en ese país y no tuvo problemas de ningún tipo». Así podemos explicar que todo tiene que ver con el nivel de adaptación. «En el año 75 el número de extranjeros en España no llegaba a 170.000, incluyendo europeos.El cambio ha sido tan rápido que no se puede predecir lo que vendrá. Recordemos que la posibilidad de que un español sea elegido presidente es de una entre decenas de millones».


Los factores a favor de la elección de Joel son contundentes.«Según todas las encuestas, los mejor aceptados entre los españoles son los latinoamericanos. Si tuviera que apostar no lo dudaría: el primer presidente hijo de inmigrantes tendría ese origen.Eso sí, le pediría a Joel que lo mejor sería que se casara con una gitana».


Tiritando, Joel sujeta una foto en blanco y negro. Le hace guiños.Sostiene el retrato de Obama, de niño con un bate de béisbol, con las dos manos. «¿Qué hago yo aquí?», pregunta espontáneamente.El crepúsculo dibuja una estela a su espalda. ¿Quién sabe, Joel? Quién sabe.

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