La manifestación Por la paz y la convivencia convocada por el Ayuntamiento de Castellar (Jaén), y que congregó anoche a un millar de personas bajo la lluvia, coincidió con una nueva concentración de vecinos – unos 300 – ante las viviendas de las familias gitanas del municipio (3.654 habitantes) donde gritaron reiteradamente “fuera los gitanos”. Las dos concentraciones se produjeron tras los enfrentamientos entre payos y gitanos ocurridos el pasado fin de semana.

Un amplio dispositivo del grupo de intervención de la Guardia Civil evitó ayer que estos vecinos – fundamentalmente jóvenes – llegaran hasta las casas, cuyas fachadas fueron apedreadas la semana pasada. Previamente, la manifestación transcurrió con cierta tensión, con gritos de dimisión hacia el alcalde, Pedro Magaña, del PSOE, y con la lectura previa de un comunicado donde se insistía en que “Castellar no es un pueblo racista ni xenófobo”.