ESTHER ARMORA

BARCELONA. «¡Basta ya de aprovecharse de nuestra buena voluntad!» «No somos racistas, sólo exigimos que nuestros hijos tengan una educación pública de calidad». A los padres de los colegios de la localidad Badalona afectados por la llegada masiva de alumnado inmigrante se les ha agotado la paciencia.

Ante la nula respuesta de los políticos, y pese a las inclemencias del tiempo, ayer se armaron de pancartas y se plantaron frente a las puertas del Ayuntamiento de la localidad. Lo hicieron como medida de presión, mientras la Plataforma para la Mejora de la Escuela Pública elevaba al pleno municipal una moción en la que exigían una salida urgente a la situación. «Educar no es aparcar a los niños en las escuelas», indicaron a ABC portavoces de la Federación de Madres y Padres de Alumnos de los centros Públicos de Badalona. Les ampara la razón. El propio conseller de Educación, Ernest Maragall, lo reconocía en una reciente comparencia en el Parlament. «El 22% de los centros de Badalona están por encima de los topes fijados en los 25 alumnos por aula, y en algunos casos, sobrepasan los 30», admitió el socialista apenas una semana después de que saltara la polémica.

Más recursos y planificación La moción, aprobada por todos los partidos, insta a la Generalitat a que «mejore la planificación en estos centros», «siga invirtiendo en la escuela pública» y cree una «normativa específica para centros como los de Badalona o Santa Coloma, que tienen que afrontar el problema de la matrícula viva». El texto de la moción, que fue aprobado el pasado día 23 por la Plataforma, fue apoyado de forma explícita por ICV, según explicó a este diario Amador Espisabarro, portavoz de la Federación de Enseñanza del sindicato Comisiones Obreras (CC. OO.). Tras validarse la moción se abrió un encendido debate en el que participaron varios padres de los centros afectados. El tema central fueron las denominadas «aulas cíclicas», en las que se mezcla el alumnado de educación infantil (P3, P4 y P5). El colegio Joan Coret, que sufre la medida, fue el protagonista.

Varios padres de este centro calificaron estas aulas de «chapuza» y aseguraron que «la solución no es mezclar alumnado sino poner más infraestructura y profesorado para resolver la masifiacción».

Una medida provisional Según ha podido saber este diario, fuentes municipales han asegurado a los padres que la medida es provisional y que «es el paso previo para que el año que viene se mejoren las infraestructuras». La promesa de Educación podría traducirse en un centro nuevo o en una ampliación del existente con barracones. Los padres desconfían. «¿Por qué tendríamos que creerlo si no nos han hecho ni caso hasta ahora?», indicaron. Del 1 de julio hasta finales de septiembre, Badalona recibió casi 800 alumnos nuevos – 522 extranjeros – .