Anclados en la pobreza

El 20% de los hogares españoles tiene graves problemas económicos, el mismo porcentaje que hace 15 años

El Correo, A. PRÁDANOS, 29-10-2008

Ahora que la crisis enseña los dientes quizá no sorprenda hablar de penurias económicas, pero los 8,5 millones de españoles que viven por debajo del umbral de pobreza – de ellos 500.000 en una situación muy grave – son herencia de una década y media de desarrollo y prosperidad inéditos. España ha desaprovechado unos años de oro; no ha redistribuido la riqueza generada ni ha recortado los índices de familias incapaces de llegar a fin de mes – el 20% – , que siguen donde estaban a principios de los 90. Ahora, la probable recesión económica puede cebarse en los colectivos más vulnerables, mayores, niños, mujeres e inmigrantes.

El VI Informe FOESSA de Cáritas, presentado ayer, certifica un fracaso que «es de todos», afirmó Silverio Agea, secretario general de la organización. De los gobiernos del PSOE y del PP, de las comunidades autónomas, de los ayuntamientos, de los poderes económicos, del cuerpo social en su conjunto. Lo dice con perspectiva porque el estudio – elaborado por más de 70 expertos – radiografía la evolución socioeconómica española entre 1994 y 2007. En ese tiempo la brecha de la desigualdad se ha agrandado, interna y externamente.

En España, la riqueza generada por unas tasas de crecimiento muy superiores a la media europea se ha concentrado en pocas manos. Las rentas de los hogares ubicados en el 80% más rico de la población son 5,3 veces superiores a las del 20% más pobre. En la UE de los 25 esa diferencia es menor, de 4,7 veces.

El informe no descubre nada desconocido, pero compila de manera exhaustiva los datos y perfila con ellos un retrato decepcionante. Uno de cada cinco hogares españoles sigue por debajo del umbral de la pobreza. Una línea que el Instituto Nacional de Estadística fija en los 6.895 euros por persona y año, y a la que no llegan casi 8,5 millones de españoles.

También resisten enquistados desde principios de los 90 porcentajes inadmisibles de pobreza severa y extrema: entre un 3 y un 4% de la población – 1,5 millones – sufre privaciones graves o muy graves en alimentación, vivienda, salud, etc., y entre el 2 y el 3% sobrevive en condiciones de penuria manifiesta. Por comunidades, las de mayor tasa de pobreza son Extremadura, Ceuta, Castilla – La Mancha y Andalucía. Las que cuentan con menos pobres oficiales, Navarra, País Vasco y Baleares.

Fracaso del modelo social

«Se ha consolidado en la estructura social una pobreza severa que no varía», recalcó Agea. Más aún, resurgen manifestaciones que se creían superadas: en las personas mayores, que han visto cómo sus rentas se alejaban de la media del resto de la sociedad, o entre la población infantil – uno de cada cuatro niños vive en hogares por debajo del umbral – , una de las tasas más altas de la UE – 25. Además de la pobreza crónica, existe la llamada ‘recurrente’. Casi el 44% de los españoles sufrió en algún momento situaciones o períodos de pobreza en los siete últimos años.

Estos datos revelan otros puntos negros del último ‘milagro’ español. Desmienten que el empleo cure todos los males de la economía y restañe por sí solo las carencias de las políticas sociales. Estos años han sido los de mayor ritmo de creación de puestos de trabajo de la historia reciente, muy por encima de las tasas europeas, y también los de mayor prevalencia de salarios ‘basura’. Y certifican, sobre todo, el fracaso de un modelo social de bienestar que ha echado el freno mucho antes de despegar. El gasto público en protección social sigue 7 puntos por debajo del promedio de la UE – 15. Mal dotada de fondos – el precio de las sucesivas bajadas de impuestos – , mal diseñada y con grandes diferencias territoriales, la red de asistencia deja mucho que desear para segmentos crecientes de la población. Se atenúa la miseria dramática pero a los más pobres no se les saca de pobres.

Más que transferir rentas a los hogares – cheques bebés, rebajas impositivas, etc. – los autores apuestan por tapar las grietas del sistema de servicios sociales. «Nos hacen falta servicios; gente que trabaje con gente» en sanidad, educación, dependencia… El estudio también incide en la exclusión social. Al margen del bienestar y las oportunidades que ofrece una sociedad moderna como la española, está un 17% de los hogares. Etnias como la gitana y colectivos de inmigrantes son candidatos perfectos a la exclusión.

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