Migrantes guatemaltecos, listos para votar 

Prensa Libre, 28-10-2008

Washington. Aunque no existe un informe oficial de cuántos guatemaltecos podrán votar el próximo 4 de noviembre, organizaciones de migrantes afirman que unos 300 mil ya son ciudadanos. Algunos connacionales que se proponen sufragar comentaron que centran sus expectativas en la reforma migratoria.

En el metro, comercios, en los periódicos y en la televisión no hay otro tema que acapare tanto la atención como las elecciones. Las conversaciones de los migrantes guatemaltecos tampoco escapan al asunto.

A tan solo una semana del evento electoral, inmigrantes guatemaltecos afirman que están preparados para emitir su voto y con la esperanza de que el próximo gobierno estadounidense logre una reforma migratoria. La mayoría de connacionales no puede votar, ya que reside en este país sin documentos.

América Calderón está emocionada. Después de 26 años de haber emigrado de Guatemala, será la primera vez que vote en las elecciones estadounidenses. “Estoy muy entusiasmada, porque estos comicios son muy interesantes e históricos. Los problemas económicos y la falta de oportunidades están afectando a todos por igual”, comenta Calderón, quien trabaja en la organización Teaching for Change (Educando para el cambio), en esta ciudad.

Ella se considera independiente, pero afirma que la participación del candidato demócrata Barak Obama, hijo de un migrante (Kenya, África) y una estadounidense, ha despertado el interés en la población latina, que, en su mayoría, no cuenta con documentos para residir en el país, y en cualquier momento puede ser deportada.

Al comparar las elecciones en Guatemala con las de EE. UU., Calderón recuerda que hace más de 20 años, cuando votó en su país, el proceso fue un fraude. “A mí se me quitaron las ganas de votar, al ver que mi voto no contaba. Pero ahora confío en que mi voto y el de los otros latinos pueda hacer la diferencia; que vean que tenemos voz”, expone.

Berly Villaseñor, de SOS Inmigración Internacional, quien tiene 28 años de vivir en EE. UU. y emite su sufragio desde las elecciones de 1996, cuenta que le ha costado mucho tomar la decisión sobre por quién votar. “La guerra por el poder acá es la misma que se vive en Guatemala cuando los políticos se dedican a sacarse sus trapos sucios, pero lo importante es que participemos para que los políticos nos respeten más”, refiere Villaseñor, quien colaboró con la campaña “Ve y Vota”, que impulsaron varios sindicatos y medios de comunicación.

Benjamín Monterroso, del Sindicato de Trabajadores de Servicios, opina que lo más importante es que en estas elecciones el voto hispano es codiciado tanto por Obama como por el republicano John Mc Cain, en varios estados. “Entre más votos se emitan, sea por uno o por otro candidato, más respeto van a tener por nuestra comunidad”, enfatiza.

Para la guatemalteca Norma Torres, actual alcaldesa de Pomona, California, y quien compite para ser parte de la Asamblea Estatal de ese estado, las elecciones son “históricas”, por los debates que ha originado la crisis económica. Torres nació en Guatemala y emigró cuando era niña. Ahora, como política, asegura estar aprovechando hasta “los últimos minutos” para convencer a aquellas personas que pueden votar de que participen en las urnas el 4 de noviembre.

Luis Alberto Salazar, de Ipaltecos Unidos, advierte: “Este año los latinos seremos parte importante en la elección del nuevo presidente de los EE. UU.; haremos historia con el resto de la población americana”.

Según el Centro para las Políticas Migratorias, 46 millones de hispanos o latinos representan un 15 por ciento de la población que reside en EE. UU. De éstos, solo el nueve por ciento podrá votar. Los datos no los agrupan por nacionalidad.

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