VALENCIA. La Comunidad Valenciana se encuentra a la cabeza de España en actos relacionados con la xenofobia y el racismo con alrededor de 600 incidentes registrados de un total de 4.000 en toda España. Además, de los más de 200 municipios del país donde se contabilizaron este tipo de acciones, 32 pertenecieron al territorio valenciano, según confirmó el presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ayer, durante la inauguración en Valencia del seminario del Observatorio de los Derechos Humanos «Racismo, Xenofobia e Integración».
«Delitos de odio»
En el documento, que recopila datos correspondientes al año 2007, la ONG recoge una larga lista de incidentes acaecidos en la Comunidad relacionados con los llamados «delitos de odio». Entre ellos, la institución advierte de que en la actualidad «vivimos un serio rebrote de acciones neofascistas en España, muy significativo en Valencia, Madrid y Cataluña, que se caracteriza, a diferencia de la década de los 90, por un fuerte y visible componente de agitación y una dinámica de violencia mas clandestina, no reivindicada».
En este sentido, el informe alerta de la importante presencia en la Comunidad Valenciana de organizaciones de extrema derecha y cita diversos incidentes ocurridos en esta autonomía y que van desde la violencia hacia los extranjeros y los indigentes, la violencia escolar, el «terrorismo nazi», hasta episodios violentos en el fútbol.
Por otra parte, la inmigración ha pasado, en un año, de ser la segunda preocupación de los valencianos por detrás del terrorismo a ocupar el quinto puesto por detrás del paro, los problemas económicos, la sanidad y la vivienda, según se desprende de los barómetros del CIS que se han analizado desde el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia.
Aunque en los últimos años se ha registrado un descenso en la valoración de la diversidad social, la comparativa también refleja un aumento del porcentaje de población que piensa que los inmigrantes instalados en España deberían mantener los aspectos de su cultura que no entren en conflicto con la legislación en detrimento de la opinión que opta por el mantenimiento de aquellos elementos culturales que no molesten al resto de españoles.
La encuesta del CIS sobre la percepción social de los inmigrantes muestra que el «factor religión» se concibe como un problema para la integración de musulmanes y árabes, el elemento idioma dificulta la inserción de chinos, subsaharianos y rumanos mientras que la cultura y costumbres se alegan como motivo principal para la no integración de árabes, gitanos y magrebíes. Asimismo, subsaharianos, árabes, magrebíes, gitanos y rumanos, por este orden, serían los más rechazados por una sociedad racista que no les acepta mientras que los rumanos son los que inspiran más miedo y desconfianza, según el estudio.