Gonzalo Testa

Melilla – Unos 65 subsaharianos –de los que suelen esperar en los montes que rodean Melilla para tratar de entrar en España– intentaron durante la madrugada de ayer penetrar en la ciudad a través de la valla que la rodea. El temporal del domingo derrumbó 50 metros del perímetro.

Los inmigrantes aprovecharon que una compuerta quedó bloqueada a causa de la gran acumulación de lodo y escombros. Según fuentes policiales, 17 fueron detenidos en la misma frontera con ayuda de las fuerzas de seguridad marroquíes, mientras que otros 30 lograron superarla, aunque fueron apresados y trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes local.

Los hechos tuvieron lugar pasadas las 6:20 horas en las inmediaciones del Barrio Chino y el paso fronterizo de Beni – Enzar, que anteayer tuvo que ser cerrado durante varias horas al quedar anegado. Al advertir la presencia de un numeroso grupo con intenciones de superar el paso fronterizo, los agentes pudieron detener el asalto. Sin embargo, la mayor parte de ellos se metieron en el cercano arroyo Mezquita, que a esa hora aún llevaba un caudal de medio metro, hasta llegar a Melilla a través de la citada compuerta.

Las citadas fuentes destacaron la «gran cantidad de lodo y escombros» existente en la zona por la que burlaron a los agentes, que no pudieron cerrar la compuerta por culpa de los restos arrastrados por el arroyo, cuyo cauce llegó a alcanzar una altura de cuatro metros.

La resaca del temporal de los días 29 y 30 de septiembre pasado también fue escenario de un intento de asalto de una docena de inmigrantes subsaharianos en Ceuta, aunque el grupo tampoco escogió la parte en la que se había desplomado la valla, en este caso a lo largo de un tramo de 200 metros que ya ha sido rehabilitado.

En ambos casos, la Guardia Civil ha reforzado la vigilancia de las zonas más dañadas para evitar que pudiesen colarse inmigrantes irregulares. «Se ha hecho una reparación provisional y mañana [por hoy] comenzará a hacerse una estructural», aseguró la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, que visitó ayer Melilla para anunciar la próxima aprobación de ayudas para paliar los daños causados por la riada.

Asalto organizado

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda (PP), solicitó la declaración de zona catastrófica, y anunció que ha ordenado una investigación por si la avalancha de inmigrantes «hubiera podido ser organizada desde dentro» de la ciudad, ya que se rumorea que los subsaharianos recibieron un chivatazo sobre el estado de la compuerta dañada.

Melilla recibió hasta el mediodía del domingo 105 litros de lluvia por metro cuadrado, el 70 por ciento de lo que llueve en un año de promedio, de los que 43 cayeron de 11:00 a 12:00, dejando incomunicada la ciudad.
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