Karen y Jouseff aún no pueden ir a la escuela

ABC, 28-10-2008

TEXTO Y FOTO: JÚLIA GIRIBETS

REUS. «Hola, em dic Karen i tinc 12 anys. I tu? Com et dius?» – «Hola, me llamo Karen y tengo 12 años. ¿Y tú?» – . Esta fue una de las conversaciones que aprendieron ayer los ocho niños inmigrantes que han inaugurado el nuevo Espacio de Bienvenida Educativa (EBE) de Reus (Tarragona). En la capital del Baix Camp, casi el 15% de la población es extrangera, por eso, igual que en Vic, se ha puesto en marcha este centro previo a la escolarización que, según sus defensores, servirá para integrar en la educación a los más pequeños y sus familias inmigrantes «con más garantías» en nuestra sociedad.

Como si fueran a la escuela de verdad, los ocho niños que, de momento, participan en esta experiencia, entraron ayer por la puerta del colegio La Salle de Reus para asistir a su primera clase en el EBE. Estos nuevos alumnos, cuyas edades van de 9 a 15 años, proceden de lugares y culturas muy dispares. Cuatro son de Marruecos, dos de Colombia, uno de Inglaterra y el último de Ecuador. En estos espacios impulsados por la Generalitat, un equipo de educadores orientará a los alumnos y a su entorno para que se puedan incorporar a nuestro sistema educativo «en un período de tiempo que dependerá de la adaptación del niño», explicó ayer la concejala de Educación del Ayuntamiento de Reus, Misericòrdia Dosaiguas, aunque se calcula que el tiempo medio de estancia en los centros sea de un mes.

Una comisión técnica decide

Estos espacios, criticados en su día por diversos colectivos por el posible aislamiento que supone separar a los niños extrangeros de los de aqui, tienen un proceso previo. Cuando las familias quieren escolarizar a sus hijos, una comisión técnica decide, caso por caso, si el menor necesita pasar previamente por un EBE. En su primer día, en una pequeña aula y sentados todos en una mesa redonda, los niños aprendieron a formular y a contestar en catalán algunas de las preguntas básicas con las que se pueden encontrar más frecuentemente. A través de un juego, los pequeños se preguntaban unos a otros cuestiones como la edad, el nombre, la dirección o su país de origen. Karen, de 12 años, se tomó muy en serio el juego y demostró una gran facilidad por aprender el idioma. Youseff, marroquí, de 15 años, en cambio, confundía el género de algunas palabras. «Las actividades que harán los niños serán básicamente habladas y en catalán, a través de juegos para que practiquen el idioma y conozcan nuestra cultura. Queremos que tengan competencia lingüística», comentaba una de las educadoras.

Dos grupos diferentes Ayer comenzaron las clases todos juntos, pero a partir de ahora se dividirán en dos grupos: por una parte aquellos niños que estén destinados a la educación primaria y, por otra, los de secundaria. A lo largo de este trimestre, Reus acogerá dos EBE más, a parte del que alberga el colegio La Salle. En cada centro habrá unos 30 alumnos.

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