Salto a la desesperada

ABC, CARMEN ECHARRI | CEUTA, 28-10-2008

Las lluvias se convirtieron ayer en el salvavidas de aquellos inmigrantes que esperan, en los montes cercanos a la frontera con Melilla, su intento de entrada en la ciudad autónoma. En pocas horas, los hombres y mujeres que se ocultan de la presión de las fuerzas policiales marroquíes conocieron la buena nueva: la tromba caída sobre Melilla había derribado 40 metros de valla y había anegado los pasos fronterizos de Beni Enzar y Farjana. Con una ciudad sumida en el caos y unas Fuerzas de Seguridad pendientes de atender las reclamaciones ciudadanas, los subsaharianos que se hacinan en los montes de Nador vieron el cielo abierto, organizando un asalto a la ciudad al más puro estilo «sálvese quien pueda».

«Lo cierto es que no nos dimos ni cuenta de que estaban entrando, con la ciudad como estaba, nadie reparó que podía pasar esto», apunta un agente de la Guardia Civil que se encontraba de servicio en el paso fronterizo cuando, pasadas las seis de la mañana, la Policía Nacional alertaba de la entrada de los sin papeles. Fue entonces cuando la Benemérita reaccionó. Según ha reconocido la Delegación del Gobierno, los que intentaron la entrada superaban las 60 personas – cifra orientativa ya que se desconoce el número exacto de sin papeles que quedaron en Marruecos ejerciendo de presión, pero sin lograr entrar – .

Detenidas 45 personas

Este detalle hace sospechar a las Fuerzas de Seguridad que los inmigrantes fueron alertados por otros compatriotas de Melilla sobre la situación de caos, indicándoles, por móvil, las vías más permeables para el acceso. «Aprovecharon que una de las compuertas había cedido con la lluvia y estaba completamente abierta, sin vigilancia y repleta de lodo, matojos y basura arrastrada por las lluvias torrenciales, lo que aminoraba la visibilidad en el lugar e impedía que se pudiera cerrar. Se convirtió en un paso fácil para los inmigrantes, que conocen la valla al detalle», añade el agente.

También menores de edad

«Algunos inmigrantes no entraron pero no por la presión de los guardias, sino porque la caída de la alambrada había dado forma a un muro de pinchos que les podía causar lesiones», apunta otro compañero de servicio que, confiesa a ABC, que entre el grupo de subsaharianos se encontraban al menos tres menores de edad.

Este episodio recuerda al acontecido hace un par de meses, cuando decenas de inmigrantes intentaron pasar a la fuerza por la frontera coincidiendo con la disputa de la tanda de penaltis del partido de fútbol entre España e Italia de la Eurocopa.

Los inmigrantes interceptados hasta el momento se encuentran bajo custodia policial y en las próximas horas se prevé su ingreso en el centro de acogida, ante la imposibilidad de proceder a su expulsión a Marruecos. La ONG Prodein ya han anunciado que vigilarán que no se lleven a efecto devoluciones irregulares. «Todavía no nos hemos acercado a hablar con los inmigrantes porque están asustados y nerviosos, pero estaremos atentos a que no se produzca ninguna devolución. De momento no tenemos constancia de nada irregular», apuntó José Palazón, dirigente de la ONG melillense.

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