La crisis económica comienza a generar una capa de 'nuevos pobres' entre las clases medias

Junto a incrementos que pueden llegar al 40%, detectan un cambio cualitativo en el perfil de las personas con problemas

Diario de Noticias, C. López/j. iribarren, 28-10-2008

pamplona. La crisis económica está comenzando a generar una capa de nuevos pobres o personas con dificultades entre las clases medias que hasta ahora permanecían a salvo de la frontera que separa la inserción social y laboral de los prolegómenos de la exclusión. Aunque falta perspectiva para contar con datos oficiales, todas las entidades sociales que trabajan habitualmente con los sectores desfavorecidos han detectado no sólo un incremento de las consultas (que incluso pueden rozar el 40%) sino un perfil nuevo de personas que atraviesan dificultades por el paro, la subida de las hipotecas o las propias separaciones de pareja.

Desde la Fundación Gaztelan, el número de personas que acuden al centro de ayuda a la inserción social aumentó considerablemente desde agosto. Si en un año, la fundación atiende entre 1.000 y 1.400 personas, en tan sólo tres meses, se han registrado unos 500 demandas. Ante esta crecida, la orientación laboral ha pasado de ser individual a grupal, ya que los profesionales del centro están colapsados.

El actual mercado laboral inició su caída en el sector de la construcción que afecta, no solamente a los peones o albañiles, en su mayoría inmigrantes, sino que el desempleo llega también a los cargos más altos, como los jefes de obra, o los autónomos. Poco a poco, la caída de la construcción se ha expendido en otras áreas relacionadas.

Por esa razón, se da un nuevo flujo de personas que buscan ayuda en servicios sociales que no dan a vasto. Además de los inmigrantes, que se ven cada vez más amenazados, los propios autóctonos acuden a Gaztelan en busca de esperanza.

cada vez más gente Los nuevos perfiles responden a hombres de clase media, que se quedan sin empleo tras 40 años de experiencia y que no encuentran una nueva ocupación; a inmigrantes (tanto hombres como mujeres) asentados en el país de acogida que no logran encontrar un trabajo para subsistir o sencillamente para regularizar su situación. Muchos de los que acuden a Gaztelan encuentran la orientación laboral que necesitan, mientras que otros, tan sólo necesitan un empleo para hacer frente a la hipoteca, a los créditos o simplemente para dar de comer a su familia. Para ellos, los servicios sociales resultan ser un apoyo moral, más que una verdadera solución a su problema.

Desde Cáritas Diocesana, Ángel Iriarte no se atreve a dar unos datos concretos de Navarra aunque se remite a un informe de su organización a nivel estatal según el cual se ha constatado un incremento de las demandas de ayuda económica en el primer semestre del año de un 40%, cifra que podría llegar al 50% al final del ejercicio.

“No podemos dar aún una estadística definitiva de nuestras oficinas aquí pero sí que estamos detectando un aumento en el número de consultas y una diferencia respecto al perfil del demandante. Da la impresión que acabaremos un año con un incremento muy significativo. Parece que en Navarra los efectos de la crisis han llegado más tarde pero se van a notar”, comenta Ángel Iriarte, responsable de esta entidad.

“Empezamos a atender a nacionales que tienen problemas con la hipoteca y tienen que elegir entre pagar el préstamo o comer; hay inmigrantes que antes nos consultaban por los papeles y ahora están en el paro y piden ayuda de subsistencia; puntualmente estamos derivando a gente al comedor muy diferente a los usuarios y habituales…. En definitiva, estamos alerta y estudiando si debemos cambiar los mecanismos y respuestas ante nuevas necesidades”. En Cruz Roja también están percibiendo los efectos de la crisis en diferentes niveles y colectivos.

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