Cuarenta y cinco logran colarse por el cauce de un arroyo y se dispersan por la ciudad – En 20 días llueve el 70% de lo que cae en un año Decenas de inmigrantes de origen subsahariano intentaron entrar ayer a Melilla procedentes de Marruecos aprovechando la rotura de la valla fronteriza como consecuencia de la tromba de agua que cayó el domingo sobre la ciudad autónoma.

Según informó a Efe la Guardia Civil, el asalto se produjo de madrugada en dos fases distintas. En un primer momento, unos 65 sin papeles trataron de cruzar «a la carrera» por el puesto fronterizo de Beni Enzar. Entonces se cerraron las puertas de este puesto y fuerzas policiales marroquíes y españolas lograron rechazar a 40 subsaharianos.

En una segunda fase, unas 45 personas se dirigieron al arroyo situado a escasos metros de Beni Enzar y, «aprovechando que las compuertas de la sirga tridimensional estaban abiertas con motivo de las lluvias torrenciales», lograron acceder a Melilla a través del cauce.

Los inmigrantes se dispersaron posteriormente por distintos barrios de la ciudad, por lo que se puso en marcha un dispositivo de seguridad que, al cierre de esta edición, había permitido la localización de 30 de ellos. Se encontraban deambulando con la ropa rota y, algunos de ellos, sin zapatos.

Los subsaharianos localizados fueron puestos a disposición del Cuerpo Nacional de Policía, en aplicación de la vigente Ley de Extranjería, y después conducidos al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (Ceti). Los agentes seguían buscando a otros 15 inmigrantes .

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda (PP), pidió que se investigue si el intento de entrada fue organizado desde la propia ciudad, por si alguien pudo haber «avisado» a los subsaharianos del estado en que se encontraba la valla. Además, aprovechó para solicitar al Ejecutivo central que declare de emergencia las obras que restan por acometer en la red de saneamiento, incluidas dentro del Plan Hidrológico Nacional (PHN), para evitar posibles inundaciones.

Las lluvias torrenciales lograron anegar la ciudad por tercera vez en menos de un mes, derribaron más de 30 metros de valla fronteriza y prácticamente sitiaron Melilla.

La ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, visitó ayer la zona dañada para anunciar que, el próximo viernes, el Consejo de Ministros aprobará ayudas para paliar los daños ocasionados.

No acudió, sin embargo, la Unidad Militar de Emergencias (UME), pese a que se registraron 110 litros por metro cuadrado sólo durante la mañana, de los cuales 40 cayeron sólo en una hora.

Imbroda apuntó que en 20 días «han caído casi 270 litros de agua por metro cuadrado» en la ciudad autónoma, prácticamente un 70% de la lluvia que se recoge durante todo el año.

Para que la UME pueda intervenir, el Gobierno regional debe solicitar su ayuda al Ministerio de Defensa y éste activar la unidad militar. Así lo hizo hace un mes, al movilizar en Ceuta, donde en dos días se recogieron 443 litros por metro cuadrado, una unidad de intervención de la UME compuesta por 80 efectivos y una treintena de vehículos, así como otros 45 para cooperar en los trabajos de limpieza.

El PSOE melillense solicitó la creación de un dispositivo que coordine la actuación de la Administración General del Estado y la local para que se optimice la respuesta ante este tipo de situaciones.

Melilla recuperó poco a poco la normalidad después de permanecer incomunicada por tierra, mar y aire por el fuerte temporal. Se abrieron los puestos fronterizos, se reanudaron los vuelos con la Península y se restablecieron las conexiones marítimas con Málaga y Almería.

Ecologistas en Acción atribuyó las inundaciones a la «mala planificación urbanística» y al «mal cuidado» del terreno que, en su opinión, desarrolla el Gobierno de la ciudad autónoma.

elmundo.es

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Así quedó la valla de Melilla.

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Inmigrantes en busca de un futuro.

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