La Delegación del Gobierno en Melilla se vio obligada ayer a reforzar con mallas provisionales y más presencia de la Guardia Civil el tramo de aproximadamente 50 metros lineales del perímetro fronterizo – que separa la Ciudad Autónoma y Marruecos y que ayer se vio afectado por las fuertes lluvias – para evitar que los inmigrantes indocumentados que esperan en el país vecino la oportunidad de entrar en territorio español puedan probar a hacerlo por esa parte de la frontera. Algo más de 50 metros de valla han quedado dañados en la zona próxima al aeropuerto y al puesto fronterizo de Barrio Chino, indicaron fuentes policiales.
La frontera de Ceuta también se vio afectada a finales del pasado mes de septiembre por otro temporal, que dañó un total de 200 metros del doble vallado de seguridad, destrozos que han obligado al Ministerio del Interior a realizar obras de emergencia, ya concluidas, por un valor superior a tres millones de euros.

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