Un diluvio deja incomunicada Melilla y rompe parte de la valla fronteriza con Marruecos

El Gobierno local se plantea pedir la declaración de zona catastrófica

Las Provincias, Á. PERAZZI, 27-10-2008

Los melillenses comprendieron ayer lo que debió ser el ‘Diluvio Universal’. Un temporal de lluvia y viento azotó con fuerza a la ciudad, y desde las 23 horas del sábado hasta el mediodía de ayer cayeron 105 litros por metro cuadrado, de los que 41 se concentraron en una hora.

Melilla quedó incomunicada por tierra, mar y aire y sus calles anegadas, el río desbordado, y buena parte de la valla fronteriza cedió ante el vendaval.

El presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda, explicó que piensa pedir al Gobierno central la declaración de zona catastrófica ante “uno de los peores temporales” que ha vivido Melilla desde 1985. Subrayó, no obstante, que pese a la virulencia del fenómeno no se han registrado muertos ni heridos.

Fue una madrugada de agua y agua sin parar, y Melilla amaneció con sus calles convertidas en arroyos, con numerosos garajes y viviendas inundados.

En algunas zonas del centro de la ciudad, como en la plaza de España, el agua alcanzó hasta los 60 centímetros de altura, y el Cuerpo de Bomberos y la Policía Local tuvieron que atender incontables emergencias, aunque no hubo víctimas fatales ni heridos de gravedad. Los daños materiales, en cambio, son cuantiosos.

El Río de Oro, que a lo largo de ocho kilómetros atraviesa la ciudad, se desbordó en el barrio del Industrial, y la zona fue acordonada para evitar percances. La circulación de vehículos por los puentes se cortó ante el caudal de las aguas.


La frontera

La ciudad, además, quedó incomunicada y no es la primera vez que ocurre. Desde que empezó el otoño, se han registrado tres fuertes temporales en la ciudad autónoma, los dos anteriores a final de septiembre y hace una semana. Las comunicaciones aéreas quedaron suspendidas desde primera hora de la mañana por problemas de visibilidad y los aviones de la compañía Air Nostrum suspendieron sus vuelos. Del puerto melillense tampoco pudieron salir barcos debido a la mar gruesa, y la empresa Acciona – Transmediterránea canceló también los enlaces marítimos con Málaga y Almería. Las cosas no fueron mejor en la frontera con Marruecos. Los puestos de Farhana y Beni Enzar, el principal punto de paso hacia territorio marroquí y de entrada a Melilla, quedaron intransitables por la lluvia y no hubo movimientos de personas ni vehículos en todo el día. La valla fronteriza se vino abajo en un tramo de unos 50 metros en la zona próxima al aeropuerto y al puesto fronterizo del Barrio Chino.

La Delegación del Gobierno reforzó la vigilancia en el sector para evitar la entrada de inmigrantes indocumentados que se refugian en áreas cercanas a la espera del momento para intentar la entrada en la ciudad. La situación mejoró por la tarde una vez que dejó de llover.

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