la seguridad fuera de las ciudades
Las bandas sitúan a sus contactos en Galicia para preparar los robos
La Voz de Galicia, , 27-10-2008La falta de medios policiales en los pequeños concellos facilita los asaltos y la huida de los ladrones
La Guardia Civil «está muy lejos» de atrapar a los autores de los últimos ocho atracos cometidos en Oleiros
La falta de medios policiales en los pequeños concellos facilita los asaltos y la huida de los ladrones
No son gallegos. Ni siquiera son residentes. Vienen de Madrid, Barcelona o Valencia, saquean una zona y, cuando ya se sienten acorralados, se esfuman. A otro lugar bien lejos. Son ladrones ambulantes y, aunque su especialidad es el robo en chalés, la gran mayoría no hacen ascos a joyerías, automóviles o naves industriales. Son del este de Europa o colombianos.
Sus métodos están muy lejos de los empleados por la delincuencia común española. Estas bandas están muy bien organizadas, no dan puntada sin hilo. Sus golpes los estudian concienzudamente, van a tiro fijo y cuando deciden el objetivo, no se equivocan. Saben qué se van a encontrar, cómo lo van a lograr y, sobre todo, por dónde van a huir.
Su captura es complicadísima. De hecho, la banda o las bandas que en las últimas tres semanas asaltaron una docena de chalés en el municipio de Oleiros tienen a la Guardia Civil «muy perdida», según reconoce un mando. «En cada casa actuaron de diferente forma, en algunos casos con una organización casi militar, y en otros de una forma más chapucera, por lo que estamos bastante confundidos», reconoce esa misma fuente.
Su acento rumano es la pista más sólida con la que cuentan los investigadores. A partir de ahí, «casi nada más». Incluso llegan a temer que ya los han perdido, que ya han cambiado de zona y en estos momentos están en algún lugar de España dejando enfriar las investigaciones durante unos días para regresar a los asaltos en otra región española.
Fuentes judiciales afirman que este tipo de bandas adaptaron su organización a las mañas de la mafia calabresa. Por encima de todo hay un padrino para el que trabajan diferentes delincuentes en cada zona de España. Estos tienen su vida «más o menos asentada» en una ciudad y se dedican a dar cobijo, infraestructura (coches, zulos en los que esconder botines…) a los grupos que llegan de fuera. «Es como si tuvieran células, como los islamistas. En cuanto necesitan de alguien en la zona de Pontevedra, por ejemplo, la banda se pone en contacto con él. Este les proporciona un lugar en el que dormir y ocultarse, un coche y, en algunos casos, toda la información de los chalés que han de atracar, con su plan de fuga incluido», afirma un abogado que asiste a varios miembros de este tipo de sociedades mafiosas.
¿Bandas mafiosas asentadas y con base en Galicia? «No existen», aseguran fuentes de la Guardia Civil. «Lo que sí hay son ramificaciones, esos contactos que les dan toda la infraestructura necesaria».
Por otra singularidad se les conoce. Su lugar de actuación son los municipios pequeños cercanos a las grandes urbes por los «escasísimos medios» con los que cuenta la Guardia Civil. En algunos lugares de Galicia, un solo coche patrulla tiene que cuidar de vecinos distantes hasta en cuarenta kilómetros. «Al Solitario, esa falta de recursos, le ayudó muchos años», reconoce un guardia civil.
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