Las lluvias anegan Melilla, la dejan aislada y derriban parte de la valla fronteriza

El Mundo, 27-10-2008

El Gobierno refuerza la seguridad del perímetro con verjas provisionales y más Guardia Civil Una tromba de agua de 100 litros por metro cuadrado inundó ayer dos barrios de Melilla y echó abajo casi 50 metros de la valla fronteriza con Marruecos. El presidente de la ciudad, Juan José Imbroda, se plantea la posibilidad de solicitar al Gobierno central la declaración de zona catastrófica una vez evalúen todos los daños.


El Ejecutivo, por su parte, movilizó a todos sus efectivos e incluso puso al Ejército a disposición de la ciudad autónoma por si era necesario para paliar los efectos provocados por el temporal y las inundaciones, informa Efe.


Las lluvias torrenciales desbordaron el río de Oro en su aproximación a la desembocadura y dos arroyos. «En mi vida he visto algo igual en Melilla», aseguró Imbroda en una rueda de prensa dada por la tarde, cuando la meteorología empezaba a darle un respiro a los melillenses.


Pese a ello, Protección Civil mantuvo la alerta naranja ante la posibilidad de una nueva crecida. Los muros de contención del río no llegaron a ceder, pese a que soportaron hasta los 600 metros cúbicos por segundo.


El temporal, agudizado por fuertes rachas de viento, provocó, además, la suspensión de la conexión por mar con Málaga y Almería; el cierre del aeropuerto, por la inundación de la pista, y el de los pasos fronterizos de Beni – Enzar y de Farhana, por los que transitan miles de personas a diario.


La caída de parte de la doble valla de hierro y alambre que separa Melilla de Marruecos echó abajo la sirga tridimensional instalada entre los dos trazados. El perímetro de más de 30 metros dañado, entre el aeropuerto y el puesto fronterizo del barrio chino, empezará a ser reparado hoy.


Entre tanto, ayer la Delegación del Gobierno en Melilla tuvo que reforzar la seguridad en el tramo derruido con un aumento del número de agentes de Guardia Civil en la zona y la colocación de vallas provisionales para evitar que se produzcan intentos de entrada de inmigrantes.


Mientras, en la ciudad, los Bomberos tuvieron que efectuar hasta 135 intervenciones en viviendas y garajes inundados, así como para apagar fuegos como consecuencia de los cortocircuitos provocados por el contacto del agua con conexiones eléctricas en mal estado. Además, la Guardia Civil tuvo que rescatar a varias personas del agua en Melilla la Vieja.


El presidente de Melilla aseguró que ha sido «uno de los mayores temporales vividos en la ciudad desde 1985». Subrayó, además, que es la primera vez en muchos años que se produce el desbordamiento del río de Oro, ya que hasta el momento sólo se tenía constancia del desbordamiento de uno de los arroyos de la ciudad.


Imbroda destacó también que hasta 80 policías locales se presentaron voluntarios para cooperar en las labores de emergencia.


Por la tarde, la Delegación de Gobierno lanzó un mensaje de tranquilidad a la población asegurando que la situación estaba «controlada». El caudal del río de Oro se estabilizó, volvieron a abrirse los puestos fronterizos y en el aeropuerto empezaron a operar algunos vuelos con la Península.

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