IMPRESIONES

Más que estudiantes, aprendices de traductor

El Mundo, 27-10-2008

Los colegios están para enseñar y los niños van allí para estudiar y aprender. Esta parece una verdad de perogrullo, pero la realidad la está poniendo en entredicho. Los profesores de un instituto público de Santa Coloma de Gramenet, el Can Peixauet, tienen que recurrir habitualmente a sus alumnos para que les ayuden a comunicarse con algunos de sus compatriotas que acaban de llegar a Cataluña, que acaban de aterrizar en el aula y que desconocen tanto el castellano como el catalán. Y los docentes actúan así porque no tienen más opciones para entender y hacerse entender por unos muchachos que no entienden nada de los que se les dice.Ellos mismos reconocen que la solución no es buena y que esa suerte de traducción simultánea que han improvisado en la torre de Babel en que se ha convertido su aula entorpece considerablemente el desarrollo de las clases. De igual manera, se quejan de la falta de material educativo adecuado para los recién llegados.Pero, sobre todo, de la falta de profesorado para las aulas de acogida: en el Can Peixauet tan sólo dos profesores para 70 alumnos.Y de todas esas penurias que padecen los profesores y, sobre todo, los alumnos tan sólo se puede responsabilizar a la Administración catalana, que se ha mostrado y se muestra incapaz de solventar los problemas de sus aulas y que tan sólo parece sentir interés ante la imposición del catalán. Es cierto que no se le puede acusar de la llegada masiva de inmigrantes, pero sí de no haber sido capaz de establecer las medidas necesarias para atender a sus hijos cuando llegan a las aulas, para garantizar una enseñanza de calidad tanto para los niños recién llegados como para los de aquí.

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