Marta Torres
Nueva York – Antes de las seis de la tarde, Damari Arias, de 40 años, empieza a recoger el puesto de la calle de productos de belleza que tiene en pleno corazón del barrio latino de Washington Heights en la isla de Manhattan. En estas calles, no se habla inglés, tampoco hay rascacielos y se escucha a la estrella de la música del reggaetón de Puerto Rico, Daddy – Yankee. Damari comienza a guardar todos los tarros de la cremas en una furgoneta con sumo cuidado. Después, toca limpiar las tablas de madera que conforman este puesto ambulante de la Calle 174. «Hoy no he vendido nada. La economía está mal», explica resignada esta dominicana que lleva 15 años en Nueva York. «Antes solía hacer entre 200 y 250 dólares al día. Pero, ahora menos de la mitad. No hay dinero, pero los billes (facturas, en inglés) siguen llegando a la casa», advierte esta mujer, a quien lo que más le preocupa es la cuestión de la economía junto con la educación y la salud. Con la crisis financiera, el asunto migratorio, uno de los más importantes en esta comunidad, ha pasado a un segundo plano. «Voy a votar por Obama. A mí, me gustaba Hillary. Pero, ahora que ya no está, estoy con él. Los demócratas siempre están de parte de los hispanos», aclara Damari que con sus palabras refleja la opinión general de los latinos en EE UU.
Un estudio elaborado por el centro de investigación Pew Hispanic Center revela que el 66% de los votantes hispanos apoya a Obama frente al 23 que respalda a John McCain. Estos datos contrastan con los resultados de las elecciones internas del partido demócrata, donde votaron por Clinton. Obama se ha gastado 20 millones de dólares en campañas de publicidad destinadas a los hispanos. Hace cuatro años, sólo un 44% votó por el entonces candidato demócrata John Kerry. Pero, en esta ocasión, la sensación de la mala marcha del país ha ayudado a Obama, al menos, en las encuestas.
De esta forma, parece que se depeja la incógnita de si van a votar por un candidato negro. Más del 50% de los votantes piensa que Obama es mejor para los inmigrantes. Tradicionalmente, la comunidad afroamericana y la hispana han tenido problemas porque tienen que repartirse las ayudas del Gobierno estadounidense y convivir en muchas ocasiones en zonas deprimidas y obreras del país.
Damari se mantiene al margen de la pugna entre Clinton y Obama que dividió en su día al propio partido. «No me fijo en esas cosas. Prefiero mirar mis novelas (en la televisión)». Su principal preocupación es sacar adelante a su familia. Tiene unos gastos mensuales de 3.000 dólares entre el alquiler del apartamento, la alimentación, sus tres hijos y la remesa que manda cada mes a su familia a República Dominicana. Su marido José trabaja en lo mismo. Tiene otro puesto de productos de belleza. A Damari y a José, no les salen las cuentas. «Ahora todo ha subido, pero ganamos menos. Sólo vivimos para pagar los billes», explican. Mark Hugo López y Susan Mnushkin reconocen en su estudio del Pew Hispanic Center que «Obama es más popular entre los hispanos que McCain. Y más del 77% de los que votaron por Hillary lo van a hacer por Obama. Esto significa que el demócrata tiene más respaldo entre los hispanos de Clinton que entre los blancos de la política».
Cerca del puesto de Damari, se encuentran los ultramarinos de Diógenes Sánchez. Este dominicano explica que «Obama representa la mejor opción para los latinos. Necesitamos un cambio. Es mejor para el bienestar de la economía y del inmigrante».
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