| MADRID

El país ibérico se ve obligado a abrir las puertas a los inmigrantes titulados para llenar vacantes.

España cierra las puertas a las meseras, las empleadas domésticas, los peones agrícolas y a los albañiles, pero no a los médicos. La reducción del 35% del cupo de contratación de trabajadores en sus países de origen en los gremios de la hostelería, construcción o la agricultura, para el último trimestre del año, revela nuevas necesidades del mercado laboral.

El país europeo demanda mano de obra cualificada. La competitividad de la economía ibérica en el próximo lustro dependerá de la incorporación de unos 430.000 profesionales en sectores tecnológicos, ingenierías, consultoría o sanidad, debido al descenso de españoles en edad de trabajar y el envejecimiento de la población. Esto recomienda el III Anuario de la Comunicación del Inmigrante que ayer presentó en Madrid la agencia Etnia Comunicación, en Madrid, con datos de la ONU, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico  (OCDE) y el Banco Central Europeo.

Los jóvenes preparados para acceder a un puesto de trabajo pasaron de 664.000 en 1991 a 369.000 en el 2007. El demógrafo Rafael Puyol cree que entre el 2000 y 2015 las universidades de la Península ibérica  perderán más de 300 mil estudiantes. “Habrá que importarlos y formarlos para que se queden o contratar en el exterior los profesionales requeridos”.

Esto supone una novedad en el panorama migratorio español que ha priorizado la incorporación de extranjeros en plazas de escasa cualificación.

Ahora la realidad es otra. España padece, por ejemplo, un déficit de personal sanitario. Más de 5.500 profesionales salieron de este país por mejores condiciones laborales y los que se quedaron empiezan a jubilarse. En territorio ibérico se requieren más de 9.000 facultativos (6.000 médicos generales y 3.000 especialistas). El Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura recoge ofertas para médicos en 24 provincias.

La Consejería de Salud de Catalunya inició un programa gratis de acogida de profesionales extranjeros para formar aproximadamente a 120 médicos hasta fines de año.

El Ministerio de Sanidad alista un Real Decreto para regular el reconocimiento a efectos profesionales de los títulos de especialista de los facultativos procedentes de países que no integran la Unión Europea.