La baja natalidad y el envejecimiento de la población española harán imprescindible que los empresarios tengan que contratar cada año, durante el próximo lustro, a unos 100.000 inmigrantes cualificados. La escasez de mano de obra nativa altamente formada empieza a ser acuciante en el sector tecnológico, especialmente en el ámbito de Internet, así como en el área sanitaria, ingenieros y consultores. Otros perfiles complicados de cubrir son los profesionales técnicos en producción, operaciones y mantenimiento y los especialistas en oficios manuales como electricistas y soldadores.

Las necesidades del mercado de trabajo español figuran en el III Anuario de la Comunicación del Inmigrante, editado por Etnia Comunicación y presentado por la secretaria de Estado, Consuelo Rumí, en Caixa Forum. La representante del Gobierno señaló que las cifras denotan, además de desequilibrios demográficos, un desajuste entre la oferta y la demanda.

Rumí descartó que el Ejecutivo fije cupos para la entrada de extranjeros. Por el contrario, recalcó que el Gobierno sí mide, evalúa y cuantifica las demandas de los empeladores y potencia la contratación de españoles e inmigrantes que ya se encuentran en España. A su juicio, carece de sentido tener parados, ver cómo aumenta el desempleo y salir fuera a buscar trabajadores. En el período 1997 – 2007, España acumuló un tercio del saldo migratorio de la Unión Europea (UE). Los expertos calificaron el fenómeno como «espectacular». El pasado 1 de enero, el número de extranjeros residentes había subido a 5,2 millones de personas, el 11,3% de toda la población.