Zapatos por el césped, una botella de cerveza, una manta vieja y usada, cajas de cartones y una enorme mancha de sangre. Y todo detrás de una cinta policial entre palmeras. Esto es lo que los vecinos de la calle Doctor Lluch se encontraron ayer por la mañana al bajar al parque a pasear a sus perros: el escenario de un brutal homicidio ocurrido sólo unas horas antes. Un indigente asesinó a otro tras destrozarle la cabeza a golpes con un palo.

Los hechos ocurrieron poco antes de la medianoche, frente al número 229 de la calle Doctor Lluch, en un parque situado justo al lado del polideportivo municipal. Según informaron los testigos a la policía, la víctima, Constantin Niga, un rumano de 43 años, había discutido con un joven compatriota, Ionut Sandi, de 26 años, y un amigo de este último. Las razones de este enfrentamiento no han trascendido.

Lo cierto es que esta pelea no llegó a las manos y todo transcurrió con normalidad. Ionut se marchó y Constantin se quedó en el parque junto a dos amigos, uno de Europa del Este y otro de origen suramericano. Los tres empezaron a charlar en el césped, junto a sus pertenencias, y a consumir grandes cantidades de alcohol hasta que se quedaron dormidos.

Poco antes de las doce y media de la madrugada de ayer, Ionut y su colega regresaron al lugar donde dormían los tres amigos. Ambos empuñaban palos que, al parecer, habían cogido de la zona ajardinada, de los utilizados para sostener palmeras.

Fue entonces cuando Ionut se dirigió al lugar donde descansaba Constantin y presuntamente le dio numerosos golpes en la cabeza y en la cara. Las heridas fueron mortales y dejaron un amplio charco de sangre en los cartones que servían de cama a la víctima.

El amigo de Ionut, siempre según los testigos, no llegó a golpear a Constantin, aunque sí se quedó al lado empuñando la vara de madera. La policía lo busca ahora y podría ser acusado por cómplice o encubridor de la agresión.

Después de la brutal y traicionera paliza que dejó muerto a Constantin, el otro indigente suramericano que descansaba en el parque corrió hacia la calle Doctor Lluch en busca de ayuda. El hombre comenzó a agitar los brazos para pedir socorro a los conductores que circulaban por esta vía de la Malvarrosa, pero ninguno de ellos se detuvo a auxiliar.

El hombre se desplazó entonces a la calle paralela, la Reina, en busca de auxilio. Allí se tropezó con una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional y explicó a los agentes lo que había ocurrido.

Muy cerca, a unos 100 metros, los policías encontraron al presunto autor de la agresión cuando caminaba por la calle. Su calzado blanco todavía tenía salpicadura de la sangre de Constantin.


No opuso resistencia

No opuso ninguna resistencia y fue trasladado a la Jefatura Superior de Policía de Valencia, acusado de un presunto homicidio. Los agentes también recuperaron cerca del lugar el palo con el que fue golpeado Constantin.

El presunto homicida tenía un antecedente por un delito de robo. La víctima había sido detenida en tres ocasiones, dos de ellas por infracción a la ley de extranjería y una por robo con fuerza, según indicaron fuentes próximas al caso. No obstante, el mendigo asesinado no era en la actualidad una persona conflictiva y se limitaba a pedir limosna en las puertas de los supermercados.

Pese a la brutalidad del crimen, los vecinos de la zona ni se enteraron. Todos ellos dormían a la hora en la que ocurrió el homicidio y ninguno escuchó gritos.