España necesitará 100.000 inmigrantes cualificados al año para seguir manteniendo su desarrollo
Diario Vasco, , 23-10-2008La baja natalidad y el envejecimiento de la población española harán imprescindible que los empresarios tengan que contratar cada año, durante el próximo lustro, a unos 100.000 inmigrantes cualificados. La escasez de mano de obra nativa altamente formada empieza a ser acuciante en el sector tecnológico, especialmente en el ámbito de Internet, así como en el área sanitaria, ingenieros y consultores. Otros perfiles complicados de cubrir son los profesionales técnicos en producción, operaciones y mantenimiento y los especialistas manuales como electricistas y soldadores.
El actual panorama y las previsiones del mercado de trabajo español figuran en el III Anuario de la Comunicación del Inmigrante en España, editado por la consultora Etnia Comunicación y presentado ayer por la secretaria de Estado, Consuelo Rumí. La representante del Gobierno señaló que las cifras denotan, además de los desequilibrios demográficos del país, un importante desajuste entre la oferta y la demanda.
Rumí descartó que el Ejecutivo fije cupos para la entrada de trabajadores extranjeros. Por el contrario, recalcó que el Gobierno sí mide, evalúa y cuantifica las demandas de los empleadores y potencia la contratación de españoles e inmigrantes que ya se encuentran en el país. A su juicio, carece de sentido tener parados, ver como aumenta el desempleo en España y salir fuera a buscar trabajadores.
Dependencia
España acumuló aproximadamente un tercio del saldo migratorio de la Unión Europea (UE), en el periodo 1997 – 2007. Los expertos han calificado el fenómeno como «espectacular», dado que la población nativa sólo representaba el 9,1% de los 500 millones de habitantes de la comunidad. Posteriormente, el pasado 1 de enero, el número de extranjeros residentes en el país había subido a 5,2 millones de personas, es decir, era el 11,3% de toda la población. En 1998, ese porcentaje no sobrepasaba el 1,4%.
El nuevo Anuario advierte de que una drástica reducción de los flujos de entrada de extranjeros, asociada a un periodo de declive económico y a políticas restrictivas a la inmigración «tendría consecuencias negativas para el equilibrio demográfico español».
El envejecimiento de la población activa – continúa el documento es una de las mayores amenazas, especialmente cuando las generaciones del «baby boom» se aproximen a la jubilación, en los años 2030 y los jóvenes pasen a ser un recurso demasiado escaso.
Las previsiones indican que durante los próximos años la entrada de extranjeros bajará a 250.000 ó 300.000 inmigrantes, lo que supondrá una reducción a menos de la mitad de los flujos de los años precedentes. Sin embargo, tanto desde el punto de vista sociodemográfico como económico, España se ha convertido en un país dependiente de la mano de obra llegada de fuera y necesitará a estos trabajadores durante varios lustros si quiere mantener su dinamismo y rejuvenecer su población.COLPISA
(Puede haber caducado)