Más de 700.000 rumanos viven y trabajan en España. La percepción que de ellos tiene la sociedad no es plenamente positiva por una minoría de delincuentes y marginales que aparecen en los medios de comunicación. El actor y director Carlos Iglesias quiere contribuir a mejorar esta deteriorada imagen y mostrar la mejor cara de la inmigración rumana. En una iniciativa coordinada con el Gobierno de aquel país, Iglesias ha rodado el documental ‘Un euro, 3,5 lei’, un trabajo muy emotivo en el que el director de otro largo centrado en la inmigración, ‘Un franco, 14 pesetas’, contrapone a la fría estadística caras, relatos y trayectorias de esfuerzo y superación. Lo hace a través de las veinte historias encadenadas con las que traza un paralelismo entre los emigrantes españoles que en los años sesenta se buscaron la vida en Europa y los rumanos que hoy hacen lo propio en nuestro país.

La producción, que no tendrá explotación comercial, forma parte de la campaña gubernamental ‘Hola, soy rumano’, para promover la imagen positiva de estos ciudadanos en España. Valerio Lazarov, un rumano que lleva casi medio siglo entre nosotros, y el que fuera primer ministro de Rumanía Petre Roman, hijo de un brigadista que defendió la República Española en la Guerra Civil y de una española, arroparon ayer a Iglesias en la presentación del filme.

Humanidad y estadística

«Los rumanos de ahora y los españoles de entonces parten en busca de lo mismo: de un bienestar que se les niega y al que todo ser humano tiene derecho», dijo el cineasta. Destacó que la sencillez es la base de este documental de 35 minutos, en el que deja que los protagonistas den cuenta de sus anhelos, necesidades, deseos, sufrimientos y sueños. Unas vidas y unas peripecias que alternan ternura, amargura, dolor, felicidad y sonrisas contadas por sus protagonistas que se intercalan con imágenes de la película ‘Un franco, 14 pesetas’, un relato autobiográfico sobre la experiencia de Iglesias como emigrante en S uiza en los años 60 del siglo pasado. «Todos nos parecemos mucho. Somos iguales y buscamos lo mismo».