Un estudio sostiene que se necesitan al menos 430.000 extranjeros cualificados hasta 2012 Mientras el Gobierno inventa fórmulas para hacerles volver a casa, los inmigrantes se cuelan obstinadamente por las rendijas de la crisis y llaman a la puerta de los empleos que nadie quiere. No van a dejar de venir a España. Incluso con el cataclismo financiero más terrible, llegarán a nuestro país entre 250.000 y 300.000 nuevos extranjeros cada año.

Lo vaticina un informe recogido en el III Anuario de la Comunicación del Inmigrante en España que demuestra que, ante el deseo de emigrar, no hay Plan Retorno que valga. El documento, presentado ayer en Madrid, fue amadrinado por la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí.

«Hasta el momento, la desaceleración no parece haber ralentizado el aumento de la población activa», dice claramente el estudio, elaborado a partir de datos de la OCDE, la ONU y el Banco Central.

Eso sí, admite que «el empeoramiento de la situación puede acarrear una reducción» en la entrada de nuevos ciudadanos. De hecho, este cálculo de entre 250.000 y 300.000 personas (las que ahora más o menos se regularizan en tres meses) supone «reducir a menos de la mitad los flujos de los años precedentes».

Las estimaciones son, en cualquier caso, concluyentes: «Al margen de la coyuntura económica, la entrada de nuevos migrantes no será inferior a 250.000».

De hecho, el texto calcula que se necesitan al menos 430.000 inmigrantes cualificados de aquí al 2012 «para el dinamismo de la economía y el rejuvenecimiento de la población»; en otras palabras, una media de 100.000 por año.

El estudio se suma así a los cálculos de los economistas: hace unos meses, la Fundación Empresa y Sociedad cifró en 157.000 los trabajadores que España necesita contratar de fuera hasta 2020 para no perder competitividad.

Este nuevo trabajo incluye, además, los perfiles más demandados. El catálogo de ocupaciones de difícil cobertura para este trimestre (que recoge los puestos que los empresarios pueden buscar en el exterior) ha cerrado el grifo a limpiadores, camareros, albañiles, fontaneros y peones agrícolas. Pero «empieza a ser acuciante», según el informe, la falta de informáticos, médicos, ingenieros, consultores, electricistas y soldadores.

«Hasta ahora, la contratación de extranjeros estaba centrada mayoritariamente en perfiles de baja cualificación», según Beatriz Cordero, directora de Relaciones Institucionales de Randstat. Las cosas están cambiando.

EL NUEVO PANORAMA

Más viejos. En una década, la población con más de 40 años pasará a ser mayoritaria por primera vez en la Historia.

Menos mano de obra. Los jóvenes españoles en edad de acceder al mercado laboral han pasado de 664.000 en 1991 a 369.000 en 2007.

Más necesidades. Pese a la crisis se necesitarán más de 100.000 inmigrantes especializados al año hasta 2012. Es decir, un mínimo de 1,3 millones de profesionales hasta 2020. «Un saldo migratorio negativo tendría un impacto socioeconómico muy negativo».

En Europa pasa igual. La UE necesitará 50 millones de trabajadores extranjeros de aquí a 2050 para seguir creciendo.