Cuba pretende reducir la emigración ilegal mediante un acuerdo con México

La visita oficial que comenzó ayer el canciller cubano Felipe Pérez Roque supone un acercamiento entre los dos países, que normalizaron sus relaciones con la visita realizada en marzo a la isla caribeña por la secretaria de Relaciones Exteriores mexicana, Patricia Espinosa, tras unos años de escasos contactos políticos.

El Día, , 21-10-2008
EFE, México

El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, confió ayer a su llegada a México en que el acuerdo migratorio que tiene previsto firmar con el país esta semana ayude a reducir la emigración ilegal en su país.

En declaraciones a la prensa a su llegada al país, el alto funcionario reconoció que con la política migratoria estadounidense respecto a Cuba, la llamada política de “pies secos/pies mojados”, el movimiento de cubanos que emigran ilegalmente ha aumentado.

Según esta reglamentación, “pies secos” son los cubanos que alcanzan territorio firme de Estados Unidos, y que reciben de forma automática la autorización para permanecer en el país y optar a la residencia tras un año.

Por el contrario, los balseros interceptados en el mar (“pies mojados”) son repatriados automáticamente a Cuba, salvo que demuestren que son víctimas de una persecución política y puedan beneficiarse así del estatuto de asilado.

Pérez Roque calificó el acuerdo a firmar con México como parte de los primeros pasos “para resolver este problema” y afirmó que el restablecimiento de relaciones con el Gobierno mexicano favorecerá futuros acuerdos entre ambas naciones.

La visita oficial del canciller cubano supone un acercamiento entre los dos países, que normalizaron sus relaciones con la visita realizada en marzo a la isla caribeña por la secretaria de Relaciones Exteriores mexicana, Patricia Espinosa.

Los contactos entre los dos países se enfriaron sobremanera durante el sexenio de gobierno del mexicano Vicente Fox (2000-2006), a raíz de un incidente entre éste y Fidel Castro en una cumbre internacional en Monterrey (norte de México) en 2002.

Fox le pidió a Castro que abandonara antes la reunión para evitar problemas con el presidente estadounidense George W. Bush.

Pérez fue recibido en Ciudad de México por el subsecretario mexicano de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, Jerónimo Gutiérrez.

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