MADRID. - La Jefatura de Policía investiga si en la muerte de un inmigrante hondureño en una celda de la comisaría de Getafe hubo negligencia en su vigilancia. El fallecimiento tuvo lugar el martes 14 de octubre cuando el hombre, según la policía, se suicidó ahorcándose con sus pantalones. El Sindicato Obrero Inmigrante (SOI) denunció ayer que la muerte «es muy extraña» y que, en todo caso, «alguien tendrá que responder por el fallecimiento de una persona detenida por una falta administrativa, como es no llevar documentación».

Los hechos tuvieron lugar el pasado día 14, cuando, según el SOI, agentes de la Policía Nacional detuvieron al fallecido y a su primo, también hondureño, en el municipio de Getafe. Ninguno de los dos tenía la documentación en regla, por lo que fueron conducidos a la comisaría. Allí, los dos familiares fueron introducidos en la misma celda, hasta que el primo del fallecido pidió la atención de un médico. El facultativo acabó recetando un tranquilizante a ambos, momento en el que, según el sindicato, los dos primos fueron trasladados a celdas separadas. Horas después, uno de ellos fallecía. Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid aseguraron ayer que ese día un detenido se suicidó en la Comisaría de Getafe y, como se hace cada vez que esto ocurre, ahora se investiga el suceso para determinar si hubo alguna negligencia y, en ese caso, abrir un expediente, informó Efe.

Las mismas fuentes precisaron que en las comisarías se controla exhaustivamente qué ropa y qué objetos portan los detenidos y se vigila con cámaras su estancia en las dependencias policiales para evitar casos como éste, aunque en ocasiones no se pueden evitar.

«La Policía se ha sobrepasado con un trabajador precario que, aunque haya muerto por un inverosímil ahogamiento, estaba encarcelado por una falta administrativa. Y no es la primera vez que pasa algo parecido cuando un inmigrante se encuentra detenido durante esas 72 horas que la ley permite hasta que se logre identificarlo. Se trata de un delito no tipificado. Además, alguien tuvo que ver algo», decía ayer un portavoz del sindicato.

El SOI teme ahora por la suerte del primo del fallecido, que según sus datos se encuentra internado en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche. «La familia tiene miedo. Creen que el primo del fallecido puede ser deportado antes de que se produzca el juicio. Y todo hace indicar que el juez no ha visto los vídeos de la comisaría y ha pedido una autopsia», aclaraba el portavoz del SOI.

A la espera de poder tomar contacto con la familia para «plantearles determinadas situaciones», el Sindicato Obrero Inmigrante ha convocado a una reunión a todas las organizaciones sociales defensoras de los derechos de los inmirantes. El encuentro tendrá lugar mañana a las 20.00 horas en un local de la calle de la Fe, cerca del Metro Lavapiés y su lema será «Ante las redadas permanentes de la policía, un inmigrante ha muerto en una comisaría y otro está en el CIE».

Por su parte, Alfredo Perdiguero, secretario provincial de Madrid de la Unión Federal de Policía (UFP), considera que las denuncias del SOI «no tienen sentido».

«Pongo la mano en el fuego por todos mis compañeros. Ningún policía va a entrar al trapo para favorecer o dejar que alguien se suicide. Da igual que se trate de un terrorista, de un inmigrante o de un delincuente común. Ningún policía va a hacer oídos sordos ante el intento de suicidio de un detenido», aseguró Perdiguero, quien desmintió que existan cámaras dentro de las celdas de los calabozos, como señaló el SOI en un comunicado.

«La UFP lo propuso, pero prevaleció la idea de que aunque se trata de una persona que está detenida, también debe tener su intimidad y en cierto modo no somos nadie para ver lo que hace o deja de hacer», asegura el secretario provincial. Lo que sí existe actualmente es un transmisor junto a cada celda (para que cualquier detenido pueda ponerse en contacto con los agentes cuando así lo necesite ) y cámaras de videovigilancia en los pasillos.

«Los guardias pueden vigilar todo lo que pasa en los pasillos de los calabozos, quién entra en las celdas y a qué hora sale de las mismas», puntualizó Perdiguero.

Finalmente, el portavoz de la UFP censuró la actitud del SOI a la hora de criticar «indiscriminadamente» la labor de los agentes de la Fuerzas del Orden cuando hay involucrado en los incidentes algún ciudadano de origen extranjero. «Recientemente, el SOI denunció a la Policía Nacional por detener a un inmigrante acusado de malos tratos que había agredido a varios agentes», sostuvo Perdiguero.