La Corte Interamericana de Derechos Humanos pidió proteger a Walberto Hoyos Rivas, testigo de un juicio contra paramilitares.

Un grupo de hombres armados asesinó a un dirigente de comunidades negras colombianas que era testigo en juicios contra paramilitares, y cuya protección había sido exigida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Walberto Hoyos Rivas fue abatido a tiros el martes por dos personas, mientras participaba en una reunión con comunidades negras, en una finca del departamento del Chocó (oeste de Colombia), recuperada tras haber sido usurpada por organizaciones paramilitares, informó ayer Comisión Intereclesial Justicia y Paz en Colombia.

La víctima era líder de las comunidades de raza negra de Curvaradó y Jiguamiandó, en el selvático Chocó.

Por medio de un comunicado, la organización no gubernamental precisó que en el momento del crimen no estaban presentes los guardaespaldas que las autoridades habían brindado a Hoyos, ya que el vehículo que le asignaron se había averiado.

Hoyos Rivas era testigo en procesos contra ex jefes del Bloque Élmer Cárdenas, de la organización paramilitar de derecha Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y la CIDH había exigido protegerlo. La ONG indicó que los asesinos llegaron en motocicletas sin placas y se acercaron a Walberto Hoyos Rivas cuando este participaba en una reunión en una finca en el sitio Caño Mansola.

Tras discutir con él e insultarlo, se retiraron pero después regresaron y le dispararon.
Condena de DDHH

El jueves, Human Rights Watch (HRW) acusó al Gobierno colombiano de obstaculizar el trabajo de la justicia para investigar a “la mafia” paramilitar, lo cual fue negado por fuentes oficiales, que a su vez acusaron a esa organización de tener una actitud sesgada.

El director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, expulsado de Venezuela hace un mes, dijo a BBC Mundo que la respuesta del Gobierno colombiano ante las críticas de su organización en materia de derechos humanos era similar en su intolerancia a la de Venezuela.