'Le jour de gloire', a su manera

El Periodico, JOSEP Pernau, 17-10-2008

La Francia oficial está consternada. En los preámbulos de un encuentro futbolístico contra Túnez, que iba a disputarse en París, miles de ciudadanos franceses no se han comportado como enfants de la Patrie, sino como gamberros, que han puesto abucheos donde la partitura de La Marsellesa manda que hay que exteriorizar el gozo porque le jour de gloire est arrivé.
El presidente Sarkozy está indignado. Si el alma de muchos aficionados no vibra al compás del himno nacional, que no vayan al fútbol, que otros aficionados de verdad aprovecharán la localidad. Y al cabreo presidencial ha añadido el anuncio de que, si ha de haber otro Francia – Túnez, no será en París, sino en provincias. Todo el Gobierno se ha solidarizado con la máxima autoridad, pues los ministros han aportado iniciativas que aseguren el respeto a los símbolos. Por ejemplo, declarar delito el abucheo de los compases nacionales.
El presidente de la República es muy ambicioso. Quiere extender su influencia por la selva colombiana, por el este europeo y por la tundra asiática. Sin embargo, flaquea su autoridad en su país. Acciones como la del estadio vienen repitiéndose desde el 2003, cuando él era solo un aspirante a la presidencia. Las protagonizan franceses hijos de la inmigración, de sangre argelina, marroquí y ahora, tunecina. Son actos en los que aparece un 50% de protesta social y otra mitad folclórica. Con Sarkozy en la presidencia, los organizadores de la provocación tienen la garantía de que el acto tendrá el máximo relieve. Quizá si no hiciera caso, le saldría mejor. Rodeado siempre de gendarmes, los agentes son un reclamo del cacao que se prepara. Una prueba de que contra La Marsellesa no tienen nada. Al himno de Túnez lo trataron igual.

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