VINE a Pamplona en febrero y en abril me operaron de la cadera y me estiraron el fémur. Aunque tengo que andar con muletas estoy muy contenta porque ahora puedo andar estirada y sin arrastrarme por el suelo como antes, cuando tenía una pierna mucho más corta que la otra" .

Así habla Ishab Min, una niña de 15 años de Mauritania. Lo hace en su casa de Villava, junto a su madre de acogida, Sebe Irigoyen Iparrea, de 71 años, y un amigo de ésta, Roque Álvarez Lemos, de 78.

Entre ellos hay mucha confianza, complicidad y cariño. Ishab ya vino hace 5 años. Le operaron de las caderas, fijándole una y poniéndola una prótesis en la otra, y pasó en Navarra año y medio.

En las dos ocasiones llegó gracias a la ONG Tierra de Hombres, que desde 1997 ha operado en la clínica San Juan de Dios a 40 niños africanos. El doctor Julio de Pablos se ocupa de los niños con problemas de traumatología. Las operaciones del programa Atenciones médicas especializadas viaje hacia la vida requieren un periodo de recuperación de entre 6 y 12 meses.

En ese tiempo, los niños viven con sus familias de acogida y en la clínica, reciben la visita de voluntarios de la ONG, que en Navarra está formada por 50 voluntarios y 10 empleados fijos, cuya coordinadora es Regina Celaya.

“Vi un anuncio en la televisión y me animé. Soy viuda y no tengo hijos y compartir esta experiencia con Ishab me da mucha satisfacción. Es maravilloso verla mejorar, crecer y estar tan feliz, aunque también es muy traviesa”, confiesa Sebe Irigoyen entre risas.

Si la recuperación va bien, Ishab volverá a Mauritania el mes que viene. “Tengo muchas ganas de estar con mis padres y mis 7 hermanos. Pero aquí también estoy muy bien, tengo muchos amigos. Lo he pasado muy bien en San Fermín y en fiestas de Villava porque me gustan mucho las barracas, la tómbola y el toro de fuego. Y también me gusta mucho ir a la piscina y de compras a por camisetas y pantalones”.

Recuerdos de Mauritania

Tanto ella como sus padres de acogida saben que, tras esta última operación, no tendrá que regresar a Navarra. “Nos da muchísima pena que se vaya, pero iremos a verla a Mauritania”, aseguran.

Sobre su familia, la joven africana recuerda: “Cuando volví a mi país después de venir la primera vez me dijeron que había sido muy valiente y que estaba muy limpia y muy guapa”.

Cuando Ishab vuelva a su país el próximo mes, probablemente lo hará con Fatimetou M`Bodj, una niña de 16 años de Mauritania que desde hace 2 vive en Oteiza y que ha sido operada 3 veces para alargarle la pierna izquierda.

Amadou Mahamadou, un niño mauritano de 6 años, tardará más en volver. Vive en Estella desde abril, donde se recupera de una operación para solucionar sus pies equinos.