Las blackberry de los empleados del Atlético, apenas estrenadas diez días antes, recibieron ayer poco después de las cinco de la tarde el mensaje que esperaban con tanta ansia: el Comité de Apelación de la UEFA confirmó la suspensión cautelar de los dos partidos de clausura del estadio Calderón y los dos encuentros de sanción a su técnico, Javier Aguirre, “por las dificultades de organización y logísticas relacionadas con el traslado del partido del próximo miércoles con el Liverpool a otro estadio en tan corto plazo”.

Los directivos del Atlético solucionaron así su problema más inmediato: o trasladaban los tornos a un campo situado a 300 kilómetros como mínimo o imprimían de nuevo las 55.000 entradas del partido. Finalmente, los aficionados, entre ellos 3.000 ingleses, tomarán asiento en el campo del Manzanares.

“Es un pequeño triunfo, pero no nos satisface en absoluto. La sanción de dos partidos en el exilio y otro pendiente, por no hablar de la multa de 150.000 euros y el castigo al míster, siguen vigentes. Reclamaremos en las instancias que hagan falta, incluido el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), porque, de lo contrari,o pareceremos culpables”, estimó un directivo. Antes, por la mañana, después del último vistazo del gerente, Clemente Villaverde, los servicios jurídicos del club presentaron su recurso relativo a los incidentes del 1 de octubre denunciados por el Olympique de Marsella “con una batería de pruebas” con las que pretenden desmontar las acusaciones de la “actuación desproporcionada” de la policía, “la falta de organización” del club y los “gritos racistas” de los seguidores.

“Parecen bastante convincentes”, reconoció a este diario un miembro de la Comisión de Disciplina de la UEFA; “quizá nos dejamos llevar por las prisas, ya que los informes de que disponíamos eran básicamente las denuncias que presentó el Olympique”. Las mismas fuentes consultadas “no descartaron que la sanción sea levantada, ya que, de haber dispuesto de los informes presentados por la Delegación del Gobierno, la decisión no habría sido la misma”.

La UEFA fijó la vista de la apelación presentada por el Atlético para el viernes 31 de octubre en la sede de la institución, en Nyón. La fecha anterior, prevista para mañana, obligaba a la comparecencia de Aguirre en la ciudad suiza, por lo que peligraba su presencia en el derby con el Madrid. “Hay varios motivos para que la reunión se haya fijado nueve días después del partido con el Liverpool: le venía bien a los jueces y consideramos que había que dejar pasar un tiempo con el citado partido”, apuntaron desde el organismo que preside Michel Platini.

La UEFA insistió en que seguirá “totalmente implicada en lo referente a la seguridad, incluyéndose la eficiente cooperación con la policía”. También enfatizó que escudriñará el partido con el Liverpool con un interés “especial”. “Lo esperábamos. Actuaremos a la primera que veamos un amago de gritos racistas, banderas prohibidas o lo que sea”, asintieron desde el Atlético. Les hará falta. “No será fácil contener los ánimos”, dicen desde el Frente Atlético.