La mezquita de Sevilla tampoco podrá construirse en la Isla de la Cartuja. Aunque la decisión aún no está tomada, el gobierno municipal (PSOE e IU) da prácticamente por hecho que va a tener que dar marcha atrás en su decisión de emplazar el edificio en la Cartuja. Será la segunda vez en un año que el Ayuntamiento se ve obligado a desestimar un emplazamiento para la obra que promueve la Comunidad Musulmana en España. La ubicación elegida inicialmente, en el barrio de Los Bermejales, tuvo que ser descartada por las presiones de un grupo de vecinos contrarios a la obra.

El concejal de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (PSOE), reconoció ayer que ahora “existen dudas más que razonables” sobre la elección de la Cartuja. Los reparos surgen a raíz de la sentencia dictada la semana pasada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que, en respuesta a un recurso de los vecinos de Los Bermejales contra el primer proyecto, dictaminó que el suelo en el que se iba a ubicar es no tenía la calificación urbanística adecuada, según los jueces, para la mezquita. El Ayuntamiento se ha dado cuenta ahora de que los terrenos de la Cartuja tienen la misma calificación, por lo que temen que el proyecto no pueda salir adelante.

La sentencia de la sala de lo Contencioso Administrativo del TSJA desestimó la construcción de la mezquita en Los Bermejales, con el argumento de que la parcela en la que se iba a ubicar es un SIPS (servicio de interés público y social) de carácter público que debe ser destinado a una infraestructura básica para la zona, un requisito que, en opinión de los magistrados, no cumple la mezquita. “Sin perjuicio de las potestades del planificador, los ciudadanos tienen derecho a decidir cómo debe ser el lugar que constituye el centro de su convivencia”, concluyeron los jueces, que consideran que los vecinos tenían que haber sido preguntados sobre el proyecto.

Aunque la sentencia dictaminaba sólo sobre los suelos de Los Bermejales, sus argumentos cierran la puerta a cualquier otra ubicación con características urbanísticas similares. Y éste es el caso de la parcela elegida en la Isla de la Cartuja. La asesoría jurídica de la Gerencia de Urbanismo está elaborando un informe de interpretación del texto de los jueces, pero su primera lectura es que, a partir de ahora, no se va a poder ubicar un edificio religioso en un suelo calificado como Sips público, lo que vetaría la opción de la Cartuja, según Gómez de Celis.

Los terrenos en los que se iba a construir la mezquita pertenecen a la empresa pública de suelo de Andalucía (EPSA), con la que el Ayuntamiento pensaba negociar la cesión para, a su vez, cedérselo a la Comunidad Musulmana de España por un periodo de 75 años. Pero todo hace indicar que el proyecto va a tener que empezar de cero por tercera vez. “Este suelo no tiene la calificación que debiera y parece imposible instalar allí la mezquita”, asegura el concejal de Urbanismo, quien no obstante prefiere no cerrar del todo la puerta hasta que la asesoría jurídica no termine su informe.

Si los expertos en derecho dictaminan que la sentencia impide construir la mezquita en cualquier SIPS público está no podrá hacerse tampoco en otra parcela de la Cartuja ya que, según el edil de Urbanismo, todos los suelos de la isla tienen esta calificación. “En la Cartuja no hay otro suelo posible”, segura el concejal. Hasta ahora, la construcción de edificios religiosos no ha estado sometida a este condicionante, aunque, según Gómez de Celis, tras la última revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) todos los terrenos sobre los que existían edificaciones de este tipo se calificaron como SIPS privado.

A pesar de ello, el Ayuntamiento eligió en marzo de este año para la mezquita una parcela de SIPS público. ¿De quién fue el error? Gómez de Celis prefiere no contestar. Cuando el Ayuntamiento descartó Los Bermejales, le ofreció a la Comunidad Islámica (promotora de la obra) varios emplazamientos posibles, entre los que los musulmanes eligieron la Cartuja. Pero por aquellas fechas, el delegado de Urbanismo era Emilio Carrillo, actual enemigo público del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín. Previsiblemente, los actuales gestores de Urbanismo van a cargar parte de las culpas de la elección errónea de suelo en el anterior equipo, aunque Gómez de Celis prefirió ayer no señalar a un culpable.

Lo que sí asegura el Ayuntamiento es que si finalmente se opta por volver a cambiar la ubicación, no habrá tenido nada que ver la presión de los empresarios y los gestores del parque tecnológico Cartuja 93 que, en su mayoría, se oponen a que se levante allí la mezquita. El último en pronunciarse ha sido su presidente, Isaías Pérez Saldaña, quien el miércoles se manifestó claramente en contra del proyecto. “El parque no necesita ni una mezquita ni una catedral, sino un aparcamiento”, aseguró.