VIENA – Agencias
Jörg Haider había bebido más de la cuenta cuando, el pasado sábado por la noche, se mató al volante de su Volkswagen Phaeton V6 en una carretera de Carintia, según ha revelado la autopsia. Asimismo, el político ultraconservador austriaco, que tras su buen resultado en las legislativas de septiembre preparaba un regreso a lo grande a la escena política nacional, circulaba a 142 km/ h, el doble de la velocidad permitida.

Era cerca de la una de la madrugada del sábado, volvía de una fiesta en un club donde se celebraba el lanzamiento de una revista local, y tenía prisa por llegar a la celebración del 90. º cumpleaños de su madre. Perdió el control del Phaeton tras adelantar a otro coche en una recta. Chocó contra un pilar de hormigón y dio varias vueltas de campana. Sufrió graves heridas en la cabeza y el tórax y murió en la ambulancia, camino del hospital.

Hacía apenas dos semanas que su partido, la Alianza para el Futuro de Austria, había logrado el 10,7% de los votos en las elecciones legislativas. Los buenos resultados de la derecha populista (casi el 30% de los sufragios) le abrían las puertas para un regreso triunfal a Viena, después de varios años exiliado en Carintia, donde era gobernador.

La política austriaca de la última década estuvo marcada por sus ideas: antisemita, antieuropeísta, crítico con la inmigración y admirador de las políticas de empleo de Hitler. Con su anterior formación, el Partido de la Libertad, consiguió el 27% de los votos en las elecciones de 1999 y un puesto en el gobierno conservador de coalición.

La Alianza para el Futuro de Austria es hoy la cuarta fuerza del país. Su nuevo líder, Stefan Petzner, confirmó ayer que la autopsia reveló que Haider triplicaba la tasa de alcoholemia permitida: 1,8 gramos de alcohol por litro de sangre (el límite es del 0,5%). “No hirió a nadie y pagó el precio más alto que se puede pagar, con su propia vida”, afirmó.

Las autoridades habían ocultado este dato, que fue publicado el lunes por el diario News.

A pesar de su ideología, Haider era muy popular en Austria, donde las banderas han ondeado a media asta en su honor. El cadáver será incinerado el sábado y las cenizas se enterrarán en la finca familiar de Carintia. Estaba casado y tenía dos hijas. Su desaparición resta probabilidades a que la derecha populista logre formar gobierno. Todo indica ahora que socialistas y conservadores se unirán en una gran coalición.