Los sindicatos policiales han rechazado hoy las declaraciones del director de comunicación de la UEFA, William Gaillard, responsabilizando a la Policía española de los incidentes en el Vicente Calderón durante el partido de Liga de Campeones entre el Atlético de Madrid y el Olympique de Marsella.

Así, el secretario general del Sindicato Unificado de la Policía (SUP), Jose Manuel Sánchez Fornet, ha manifestado a Efe que la UEFA “haría bien en rectificar” sus acusaciones y que la actuación policial fue “proporcionada al comportamiento violento” de los hinchas franceses.

Fornet ha recordado que un miembro del dispositivo policial resultó herido y precisó siete puntos de sutura después de ser agredido por los seguidores galos, que trataban de impedir la retirada de una pancarta de contenido xenófobo, y se ha mostrado preocupado por el precedente que puede sentar esta decisión de la UEFA.

“La próxima vez que un grupo violento de aficionados provoque altercados en un estadio, ¿debe intervenir o no la Policía?”, se ha preguntado.

Por su parte, la Confederación Española de Policía (CEP) califica en un comunicado las palabras de Gaillard que ha asegurado que los incidentes “fueron provocados por la Policía española sin ninguna razón” de “desafortunadas” y asegura que los agentes antidisturbios actuaron “de forma totalmente adecuada a la situación, utilizando la fuerza proporcionada a la agresividad” de los seguidores galos.

“El incidente concreto se inicia ante la negativa de los seguidores del equipo francés a retirar una pancarta que, de acuerdo con la normativa española vigente, incita a la violencia, violencia que (los aficionados del Olympique) no dudaron en utilizar contra los miembros de la seguridad privada del estadio y contra la propia Policía”.

También la Unión Federal de Policía (UFP) ha exigido a la UEFA “una rectificación y una disculpa” y ha recordado que eran los aficionados del Olympique quienes tenían una pancarta incitando a la violencia y quienes arrancaron los asientos del estadio lanzándolos contra los miembros de los servicios de seguridad del Calderón.