El jefe de los municipales de Donostia defiende la actuación de sus agentes en el caso Balaklava

El comisario compareció ante la Junta de Portavoces del Ayuntamiento

Diario Vasco, J. PEÑALBA, 15-10-2008

DV. El comisario jefe de la Guardia Municipal de San Sebastián, Mikel Gotzon Santamaría, defendió ayer la actuación de los agentes que resultaron heridos en los incidentes registrados en el bar Balaklava y rechazó cualquier connotación xenófoba en la actuación policial.

Mikel Santamaría ofreció ante la Junta de Portavoces del Ayuntamiento datos de la actuación policial. Los hechos ocurrieron el pasado día 5 cuando dos agentes municipales acudieron después de que varios vecinos llamaran para solicitar una medición de ruidos. Los guardias efectuaron diversas comprobaciones y, tras verificar que el ruido superaba el umbral de la legalidad, se personaron en el local para tramitar la denuncia. Fue entonces cuando se produjo un altercado, en el transcurso del cual resultaron heridos los dos guardias. Uno de ellos fue golpeado con el candado de la puerta y su compañera sufrió un esguince cervical tras ser sujetada presuntamente del cuello por el dueño. En el transcurso de la trifulca, una menor de 12 años, hija de la dueña, sufrió un golpe en la cara y fue curada en el hospital. Los hosteleros fueron detenidos.

El máximo responsable de la Guardia Urbana defendió la actuación de sus agentes y negó que hubiesen hecho un uso abusivo de la fuerza. Fuentes jurídicas han confirmado a este periódico que, según consta en las actuaciones, el agente herido con el candado fue atacado por la espalda. El policía reconoció que tuvo que apartar a una joven con el brazo, aunque rechazó que la agrediera.

Santamaría, asimismo, negó cualquier connotación de tinte racista en la intervención. En este sentido, las mismas fuentes jurídicas precisan que ni en la declaración que los dos hosteleros prestaron en calidad de imputados ni en la denuncia que interpusieron al día siguiente contra la Guardia urbana los dueños del bar hicieron mención alguna a que se les dirigieran expresiones racistas.

Los hosteleros poseen una trayectoria infractora en materia de normativa general. En 2007 se les prohibió la utilización del equipo de música, ya que el local no estaba debidamente insonorizado. Asimismo, se les precintó la cocina por haberla instalado sin autorización y desviado el extractor de humos al patio de la comunidad.

La tarde en la que tuvo lugar el incidente, el medidor de ruido registró 69 decibelios, el doble de lo permitido.

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