Centroamérica es frágil ante la crisis

Temen aumento de la pobreza, el trabajo infantil y la emigración a Estados Unidos

El Universal, 14-10-2008

SAN JOSÉ.— Centroamérica sufriría un ensanchamiento de la pobreza en los próximos meses, ya que la crisis financiera mundial agravará la constante caída en las millonarias transferencias de dinero que los migrantes de la zona remiten desde Estados Unidos y Europa a sus familias.

La alerta fue lanzada en un informe del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), al recordar que la estabilidad macroeconómica del istmo, con unos 40 millones de habitantes de los que más de 50% vive en la miseria, depende de las remesas.

Por el terremoto financiero en Estados Unidos, Europa y Asia, el crecimiento de esa inyección monetaria “está pasando de dos dígitos a un dígito… muy preocupante sería que pasara a ser negativo”, destacó el informe, del que EL UNIVERSAL tiene copia.

La reducción “tendría efectos económicos y sociales considerables”, como un aumento de la pobreza, la desigualdad en la distribución del ingreso y el trabajo infantil, aseveró. El efecto, precisó, es que se agudizaría el subempleo, se incrementaría la oferta laboral y habría más presión para migrar, aunque sería difícil entrar a Estados Unidos o mantener un empleo en ese país.

Cada año, miles de centroamericanos viajan a Estados Unidos y Europa, legal o ilegalmente, y se unen a una fuerza laboral que, desde hace mucho tiempo, auxilia a las finanzas al despachar dinero a sus parientes, ya que 49% de los montos es usado para consumo, aseguró la Organización Internacional para las Migraciones.

En periodos recientes, América Central captó unos 11 mil millones de dólares anuales en ese tipo de fondos, de los que 15% es expedido por centroamericanos desde Europa, en especial España, Gran Bretaña, Italia y Portugal, según datos oficiales.

El Banco, principal aparato financiero de Centroamérica y cuyos socios son gobiernos regionales y extrarregionales, como por ejemplo México y España, recordó que pese a la restricción migratoria de Estados Unidos, el envío de dinero de centroamericanos a sus familias ha mantenido una “senda ascendente… hasta ahora”.

“La región se ha acostumbrado a contar con ese flujo exógeno inmenso de recursos, pero existe la gran interrogante de cómo se ajustarán nuestras economías ante una reducción brusca o sustancial” de esos rubros, agregó.

“La migración y las remesas han sido una válvula de escape fundamental para los países, de otra manera la conflictividad social sería mucho más elevada”, pues alivian la presión laboral y evitan que el subempleo sea “insostenible”, recalcó.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) advirtió ya que en El Salvador y Guatemala, donde las remesas son “una considerable proporción del ingreso nacional (18% y 12%, respectivamente)”, hubo un crecimiento negativo de las transferencias en agosto de 2008. Honduras y Nicaragua también han resentido una disminución.

Con el golpe al sector inmobiliario, añadió el BID, millones de centroamericanos empleados en el sector de la construcción en Estados Unidos y en países europeos tienen menos fondos para sus parientes en Centroamérica.

 

 
 

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