ELISEO OLIVERAS
LUXEMBURGO / ENVIADO ESPECIAL

La Unión Europea (UE) acordó ayer en Luxemburgo establecer con Marruecos una relación muy privilegiada con un nuevo “estatuto avanzado” para afianzar la estabilidad, la transición democrática y el desarrollo socioeconómico del gran vecino del sur mediterráneo.
El nuevo “estatuto avanzado” intensificará la cooperación política, económica y comercial entre la UE y Marruecos y abrirá la puerta a Rabat para que pueda participar en las políticas y agencias europeas, según acordó el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE. “Es una decisión histórica, que implica ofrecerle prácticamente todo a Marruecos, salvo la participación en las instituciones de la UE”, destacó el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos.
La nueva relación entre la UE y Marruecos se irá desarrollando de forma progresiva y comenzará con el establecimiento de un diálogo político regular al máximo nivel, con cumbres anuales, reuniones ministeriales periódicas y la participación de Rabat en las operaciones europeas de gestión de crisis internacionales.

LIBRE COMERCIO
La UE y Marruecos también desarrollarán una zona de libre comercio “global y ambiciosa”, como paso previo a la integración de Rabat en el mercado único europeo, y la integración del país en las redes energéticas y en las infraestructuras de transporte europeas.
El nuevo “estatuto avanzado” incluirá además una cooperación especial en materia de seguridad, inmigración y lucha contra el terrorismo, con una asociación de Rabat a Europol (la agencia de policía europea), a Eurojust (organismo de cooperación judicial) y a la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA).
La unanimidad del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE se quebró, sin embargo, al abordar la situación en Georgia y la reanudación de las negociaciones del acuerdo estratégico con Rusia, suspendidas tras el estallido del conflicto en el Cáucaso.
La presidencia francesa de la UE, con el respaldo de un amplio grupo de países encabezado por España, Alemania e Italia, defendió la reanudación rápida de esas negociaciones tras constatar que Rusia había respetado sus compromisos de replegar sus tropas a Abjasia y Osetia del Sur y estaba cumpliendo el plan de paz auspiciado por la UE.

POLÉMICA SOBRE GEORGIA Otro grupo de países, formado por Suecia, Gran Bretaña, Polonia y los países bálticos, insistió en retrasar esta decisión con el argumento de que Rusia mantiene ahora más tropas en Abjasia y Osetia del Sur que antes de la ofensiva militar emprendida por el Gobierno de Georgia. Esos países destacaron que Moscú tenía ahora fuerzas desplegadas en el pequeño valle de Aljalgori, en Osetia del Sur, donde antes no tenía tropas. Asimismo, este grupo señaló que debe esperarse a ver cómo evolucionan las negociaciones entre Rusia y Georgia sobre la seguridad y estabilidad de Abjasia y Osetia del Sur que se iniciarán mañana en Ginebra bajo tutela de la UE.
Los ministros acordaron mantener la cumbre UE-Rusia prevista para el 14 de noviembre en Niza y dejaron para los debates en la cumbre europea del 15 y 16 de octubre la cuestión sobre la reanudación de las negociaciones con Moscú.