EL PERIÓDICO
BADALONA

En la Catalunya del siglo XXI, la esclavitud y la explotación perviven en pequeños talleres ilegales ocultos en apartamentos. Prueba de ello es la operación policial llevada a cabo por los Mossos que ha permitido liberar a nueve inmigrantes chinos retenidos en una vivienda de Badalona, donde eran obligados a trabajar 15 horas diarias sin sueldo alguno y a cambio solo de la manutención y del derecho a dormir en el lugar.
Una carta desencadenó la liberación. Al estar retenidos y no poder salir a la calle, los inmigrantes se las ingeniaron para enviar una misiva a los Mossos. En la nota, que los agentes recibieron el 3 de octubre, denunciaban que eran víctimas de una red de explotación laboral y pedían ayuda a la policía, indicándoles la dirección del piso, en la calle de Pau Piferrer, en el barrio de La Salut.
Al cruzar el umbral, los agentes descubrieron un taller ilegal de 60 metros cuadrados, con 13 máquinas de coser, una plancha industrial y un sinfín de piezas de ropa, cremalleras y bobinas de hilo. El local -que disponía de un lavabo, una cocina y varias literas- se encontraba en unas pésimas condiciones higiénicas, con cucarachas, sin ventilación y con montones de ropa sucia.

SIN PASAPORTE
En la carta, los inmigrantes también relataban cómo habían llegado a España tras pagar 8.000 euros. Una vez aquí, les arrebataron los pasaportes y les encerraron en el piso. Y afirmaban que, antes de viajar, la red de explotación les aseguró que recuperarían el coste del viaje y que tendrían un sueldo en función de la ropa confeccionada.
Durante la intervención policial, los agentes detuvieron a los responsables del taller, dos ciudadanos chinos de 21 y 34 años. Los arrestados, identificados como Fang Fang H., de 21 años, y Yang Z., de 34, residen en Badalona y reconocieron que ni el taller tenía licencia ni los trabajadores disponían de un contrato. Acusados de un delito contra el derecho de los trabajadores, pasaron a disposición judicial pero posteriormente quedaron en libertad provisional.
Esta operación en Badalona, localidad que acoje a numerosos inmigrantes chinos, es la última de una serie de acciones de las fuerzas de seguridad contra redes criminales integradas por ciudadanos de este país asiático. La policía ha constatado también que, además de la explotación laboral, se dedican a la trata de blancas y prostitución de mujeres chinas, así como a la extorsión de sus compatriotas mediante la exigencia de sobornos y secuestros.