Un colombiano muere acribillado a balazos en una calle de Seseña en presencia de su mujer

ABC, MANUEL MORENO, 13-10-2008

TOLEDO. Un colombiano murió acribillado a balazos la madrugada del sábado en una calle de Seseña (13.000 habitantes censados) en presencia de su compañera sentimental, que no resultó herida. Parece el encargo a un sicario (asesino asalariado) por una deuda de dinero. El autor empleó una pistola y le descerrajó a bocajarro al menos doce disparos, de los que la mitad impactaron en la víctima. El finado, de unos 38 años, murió en el acto en la puerta de su casa, ya que las balas alcanzaron zonas vitales del cuerpo, como la cabeza y el pecho.
Los hechos sucedieron sobre la una de la madrugada en la calle Océano Pacífico, una de las más largas del pueblo, con una longitud de casi 800 metros, que discurre paralela a la CM-4010.
El fallecido, que al parecer se dedicaba a la compra-venta de coches de segunda mano, vivía de alquiler en el número 103 junto a su compañera sentimental y los dos hijos de ésta, menores de edad. Residían desde hace semanas en un chalé adosado de una urbanización de reciente construcción en la zona de expansión de Seseña Viejo, cuyas primeras viviendas se entregaron hace unos tres años. La pareja, sobre todo la mujer, se relacionaba con algunos vecinos que también tienen hijos pequeños.
Vestía ropa oscura
La madrugada del sábado, la víctima regresó a casa en coche con su compañera sentimental y los dos pequeños, que iban dormidos en la parte trasera del vehículo. La mujer metió en casa a los críos mientras su compañero permanecía dentro del automóvil.
Nada más bajar la víctima del vehículo, un individuo que esperaba en la calle se dirigió corriendo hacia él y le disparó sin piedad y a bocajarro doce tiros con una pistola. Todo sucedió en segundos. El autor del crimen, vestido totalmente con ropa oscura y quizá con el rostro tapado, se aseguró de hacer bien el «trabajo», por lo que vació el cargador del arma a un metro de distancia del colombiano. No todos los disparos alcanzaron su cuerpo, pero varias balas impactaron en zonas vitales de la cabeza y el pecho, además de las piernas de la víctima, quien murió en el acto.
El pistolero huyó a pie y arrojó el arma en un parque situado enfrente, a unos 50 metros. No se sabe si actuó solo o tenía un cómplice esperando dentro de un vehículo en las inmediaciones.
El Servicio de Emergencias 112 fue avisado de que un hombre había sido tiroteado. La Policía Local y la Guardia Civil, además de personal sanitario, acudieron a la calle Océano Pacífico, que fue acordonada. El alcalde, Manuel Fuentes, recibió también en su teléfono móvil un mensaje de la Policía Local en el que le informaba de lo sucedido.
Bolsa con dinero
Varios jueces de Illescas se personaron en el lugar de los hechos, donde permaneció el cadáver hasta que la Policía Judicial de la Guardia Civil terminó su trabajo, en torno a las seis de la madrugada. Los agentes hallaron una bolsa con dinero dentro del coche e interrogaron a varios vecinos, que no habían visto nada. «Estábamos en casa y oímos unas detonaciones. Un hijo mío dijo que eran disparos y no salimos de casa hasta que no llegó la Policía Local y la Guardia Civil», afirmó un vecino de un chalé cercano.
La autopsia al cadáver, en el cementerio de Toledo, se practicó el sábado por la mañana y acudieron seis médicos forenses, algo infrecuente. El cuerpo llegó a ser trasladado al Hospital Virgen de la Salud para realizarle radiografías, ya que algunos impactos tenían orificio de entrada pero no de salida, y no había sido posible extraer las balas.
La Guardia Civil sólo cuenta con el testimonio de la mujer, que no vio el rostro del criminal. Dijo en un principio que no sabía a qué actividad profesional se dedicaba su compañero. Tampoco supo aclarar el origen de la bolsa con dinero. Pero luego declaró que la víctima tenía un negocio de coches de segunda mano, por lo que la mujer dejó entrever que el crimen pudiera deberse a una deuda económica. Sin embargo, no se descarta que este asesinato a sangre fría pueda estar relacionado con el tráfico de drogas.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)