Con efecto desde el 1 de septiembre, la Consejería de Bienestar Social y las religiosas de María Inmaculada han acordado la prórroga del convenio de colaboración para el desarrollo y ejecución del programa de conciliación de la vida laboral y familiar de mujeres inmigrantes . Con, en principio, vigencia hasta el 31 de diciembre de 2008, esta ampliación completa un convenio de colaboración suscrito en junio de 2006 y se suscribe en base «a la buena labor desempeñada en años anteriores por las religiosas de María Inmaculada en la realización de actividades dirigidas tanto a la conciliación de la vida laboral y familiar a través de la Escuela Infantil como a menores desfavorecidos de la ciudad».

Así, desde el área que dirige María Antonia Garbín se subraya la labor desarrollada por las religiosas en los dos últimos años para «potenciar la autoestima, las aptitudes y valores del niño como persona, además de crear hábitos de higiene, alimentación y comportamiento». En base a estos conceptos, se subraya que «se hace aconsejable» la firma de una prórroga del convenio de colaboración que importa una dotación económica «máxima» de 22.602 euros que deberá desembolsar el Gobierno autónomo «en concepto de mantenimiento y alimentación, equipamiento, personal, material didáctico de primera infancia y todo tipo de gastos derivados de la actividad».

En todo caso, será la Ciudad Autónoma la que vele porque el personal que preste sus servicios en el centro de María Inmaculada tenga la capacidad técnica «suficiente» para asumir las obligaciones que se derivan de este programa de conciliación de la vida laboral y familiar de mujeres inmigrantes en la Escuela Infantil.