Picaresca en cayuco
ABC, , 13-10-2008Bamba es originario de Sikasso, al sur de Malí. Tiene 25 años y, como muchos otros emigrantes, hace gala de una fe indestructible en que el destino le va a deparar cosas mejores. Eso explica su extenso periplo africano en los últimos años y su nutrido currículum a bordo de los cayucos. «Estoy viajando sin parar desde el año 1999. Costa de Marfil, Burkina Fasso, Níger, Libia, Argelia, Marruecos, Mauritania…», detalla este hombre cuyo verdadero nombre ocultamos.
En los últimos años ha emprendido cuatro veces el que debería ser el asalto definitivo a tierras europeas, dos en 2006 y la última a finales de 2007.
Repatriado en 2006
Bamba lleva ahora bastantes meses reinstalado de nuevo al borde del último peldaño antes de Europa, que es Nuadibú. En esta ciudad del norte de Mauritania varios miles de subsaharianos, como han reconocido a ABC las propias autoridades, esperan una oportunidad para emigrar sin papeles.
El joven malí ha desempeñado varios trabajos pero, ahora, cansado de esperar, se concentra en el «combate», que es como se denomina en la jerga local a emigrar de clandestino.
Está bien informado y no esconde que tiene buenos contactos entre los mafiosos responsables de los viajes, a los que con frecuencia facilita clientes. «Tengo ojos en todos sitios», comenta mientras suelta una carcajada. Quiere irse de nuevo esta misma semana si encuentra la expedición adecuada, que sea segura y con un alto porcentaje de probabilidades de llegar. Él, con su experiencia y contactos, juega ahí con ventaja. «Estoy listo para el quinto asalto», reconoce a este corresponsal a la puerta de su casa, en una calle polvorienta y llena de talleres de automóviles del barrio de Khairán.
Pero, si todo sale bien y llega a tierra, hará todo lo posible para que no lo repatríen de nuevo. ¿Cómo? Bamba se embarcará sin un solo papel y si consigue alguno será falso. Llegará al archipiélago español no como malí sino como un supuesto ciudadano de la República Democrática del Congo.
Este enorme país del centro del continente es uno de los principales emisores de refugiados de Naciones Unidas por la interminable guerra. Las autoridades de Kinshasa, además, no tienen acuerdo de repatriación con el Gobierno español ni celebran, como otros países de la región, comisiones policiales bilaterales para detectar a sus nacionales.
Entrevista con la Policía
Bamba ya tiene pensada cuál será su identidad, cuál será su pueblo de origen y hasta el nombre de su madre y otros familiares. En la entrevista que le hagan las autoridades españolas contará una historia de pobreza, desgracias, conflictos y huidas. Sabe que puede llegar a enfrentarse a los intérpretes que trabajan para la Policía en Canarias y que se encargan de destapar fraudes de este tipo. Sabe que pueden tenderle alguna trampa con alguna de las decenas de lenguas que se hablan en la zona. Pero piensa que de alguna manera hay que atravesar el tupido filtro una vez que esté entre los afortunados que llegan al otro lado, a suelo europeo.
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