La muerte en accidente del ultranacionalista Haider conmociona a la sociedad austríaca

Deia, 12-10-2008

viena. Los austríacos reaccionaron ayer entre la incredulidad y el asombro al conocer la muerte en accidente de tráfico de Jörg Haider, el controvertido líder histórico de la derecha populista y uno de los políticos más influyentes del país.

“Hoy en Carintia no sale el sol, los relojes se han detenido durante la noche”, dijo el vicegobernador de Carintia, Gerhard Dörfler, que ha asumido provisionalmente el cargo de jefe regional, vacante con la muerte de Haider.

Haider, político denostado y amado sin matices, encarnó el ascenso de la ultraderecha en Austria, que en las elecciones legislativas del 28 de septiembre alcanzó casi un tercio de los votos, divididos entre el Partido Liberal (FPÖ) y la Alianza para el Futuro de Austria (BZÖ).

El gobernador de Carintia y líder del BZÖ, de 58 años, murió después de sufrir graves heridas a consecuencia del fuerte impacto de su coche contra un pilar de hormigón y dar varias vueltas de campana.

Al parecer Haider perdió el control del vehículo que conducía en la noche del viernes al sábado cuando trataba de hacer un adelantamiento y superaba los 70 kms/h permitidos en ese trayecto, según las estimaciones policiales. El impacto “le causó gravísimas heridas en el pecho y la cabeza, tenía la columna vertebral probablemente rota, y el brazo izquierdo casi seccionado”, explicó Thomas Koperna, del hospital de Klagenfurt, tras precisar que murió cuando acababa de llegar al centro.

político astuto La muerte de Haider deja acéfala a la BZÖ, supone la pérdida del dirigente más astuto y camaleónico de la posguerra en Austria y deja una incógnita en el espectro político del país. Al ponerse al frente de la campaña electoral del BZÖ, Haider demostró tener un innegable carisma y ser la locomotora que atrae al votante joven y al desencantado con los cantos de sirena de los partidos tradicionales.

Pocas horas después de su muerte, ya habían comenzado las cábalas sobre una posible reunificación del BZÖ con el FPÖ, encabezado por Heinz – Christian Strache, ex discípulo de Haider y su rival desde 2005.

Con la muerte de Haider habrá que barajar las cartas de nuevo. En primer lugar, el BZÖ deberá encontrar un sucesor que llene la huella dejada por este político al que no le han faltado etiquetas. Oportunista, egocéntrico, camaleónico, ultraderechista, neonazi, xenófobo, populista inveterado y antisemita, pero también gran talento, carismático, líder nato, gran personalidad política y dirigente fascinante son algunos rasgos que le han dedicado sus compañeros de viaje y enemigos.

Con su reciente metamorfosis política, Haider se presentó como un hombre de Estado responsable alejado del enfant terrible de la escena austríaca que le caracterizó en el pasado.

Así se granjeó las simpatías de los sectores más desafectos a los dos grandes partidos que han dominado la escena política en Austria en la posguerra, conservadores y socialdemócratas, y logró triplicar el apoyo popular hasta casi el 11 % de los votos. >agencias

Gusenbauer: “Político de gran talento”

Todo el espectro político austríaco se mostró ayer conmocionado por la muerte del dirigente ultraderechista austríaco Jörg Haider. Tanto sus correligionarios como sus adversarios políticos, de los que tuvo muchos, expresaron su pésame a su esposa e hijos y elogiaron su gran talento político. El canciller federal austríaco en funciones, Alfred Gusenbauer, manifestó “su profundo pesar” por la muerte de su rival. “En estos momentos, quiero expresar mis condolencias a su familia, pero al margen del aspecto familiar, su muerte marca un antes y después” en la vida política del país, dijo. Por su parte, el presidente austríaco, Heinz Fischer, calificó al fallecido de un “político de gran talento”, que generó entusiasmo pero también críticas y fuertes debates. Para Werner Faymann, posible sucesor de Gusenbauer, este político fue excepcional al haber imprimido su sello más allá de Carintia. Dentro de su partido, el BZÖ, las reacciones fueron de desazón y profunda conmoción. Peter Westenthaler, compañero político durante 20 años, calificó a Haider como uno de los políticos más cualificados de la posguerra en Austria y hombre de gran calidad humana. >efe

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)