El testimonio de argelinos llegados en patera permite estrechar el cerco sobre las mafias de la inmigración
La Policía recaba pruebas para llevar a los tribunales a los cabecillas de las redes que actúan en la Región
La Verdad,
,
12-10-2008
Llevan meses tratando de desmadejar el enmarañado ovillo de unas mafias que se lucran con la esperanza de quienes arriesgan su vida por escapar de la miseria y, tras veinte horas luchando contra las olas, el frío y el miedo a la muerte, ven roto su sueño europeo. Las declaraciones que prestan ante la Policía Nacional algunos de los inmigrantes detenidos por la Guardia mientras tratan de llegar a las costas de la Región de Murcia pueden servir para desmantelar las redes dedicadas al tráfico de personas desde el norte de África al litoral español.
«Salimos de Achacha a bordo de una patera de cinco metros. El paterista nos cobró 800 euros por traernos hasta Cartagena y él se marchó de nuevo a Argelia», relata en una de esa declaraciones (a las que ha tenido acceso en exclusiva La Verdad) el argelino Djebbar F., de 23 años, a los agentes de la Brigada Provincial de Extranjería de la Policía Nacional.
Junto a un racimo de testimonios de inmigrantes detenidos cuando navegaban a pocas millas de la costa, la Policía ha dado pasos para poder juzgar y, en su caso, condenar y encarcelar a los patronos de las embarcaciones.
Según fuentes judiciales, esta semana una de las tres argelinas que fue sorprendida junto con otros 62 compatriotas cuando trataba de alcanzar el litoral de Cartagena en siete pateras identificó en una rueda de reconocimiento a varios presuntos encargados de guiar esas embarcaciones.
GPS y teléfono móvil
Aunque los agentes se muestran esperanzados en que sus pesquisas tengan éxito y se pueda condenar a los supuestos patrones de las pateras por delitos contra los derechos de los extranjeros.
Al iniciar los trámites de devolución de los inmigrantes capturados en alta mar por la Benemérita (la expulsión se aplica a los que son sorprendidos ya en tierra, sea nada más desembarcar en la playa o tras perseguirlo por montes o caminos cercanos), la Policía Nacional intenta obtener la mayor información sobre el modus operandi de las mafias.
Los datos obtenidos en los últimos meses reflejan claramente lo que ya ha admitido la Delegación del Gobierno en la Región: que hay una nueva ruta de inmigración clandestina entre la costa de Argelia y la costa murciana.
La mayoría de las pateras parten de la zona de Mostaganem, (entre Orán y Argel, capital de Argelia) y tardan de quince a veintidós horas en completar el viaje. Aunque las declaraciones no despejan la hipótesis de si las mafias se valen de barcos nodriza para ahorrar la mayoría de las 110 millas de distancia (180 kilómetros) a los espaldas mojadas y trasladar los botes a un área cercana a la costa, los testimonios de los inmigrantes coinciden en que todos utilizan localizador por satélite GPS.
Según fuentes de la investigación, al menos a uno de los inmigrantes de cada patera las mafias les dan un teléfono móvil con tarjeta y les indican que, si tienen algún problema, llamen al teléfono 112 y, si el GPS no se estropea, indiquen su posición.
Las mismas fuentes añaden que entre de las dificultades para desmantelar las redes está que los inmigrantes que se atreven a identificar a los patrones se desdicen después, no acuden o se van de la Región (posiblemente a Francia) para no ser localizados de cara al juicio.
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